Como se esperaba, la fiesta patronal de Huitzilan de Serdán que llevamos a cabo en agosto pasado transcurrió con éxito. Aunque la mayoría de quienes asistieron a disfrutar los eventos, de viva voz pueden hacer los comentarios y ayudarnos a difundir todo lo bueno que tiene Huitzilan, gracias a que la gran mayoría de la gente está organizada en Antorcha Campesina, vale la pena escribir algunas líneas para informar a la opinión pública algunas de las lecciones importantes que sacamos de este festejo.

En primer lugar, quiero destacar el trabajo de los huitziltecos para organizar esta fiesta, que es única en la región, porque es un reflejo fiel del avance logrado con la lucha organizada. La fiesta se hace en grande y la población en general apoya bastante bien, gracias a que también se realiza un trabajo arduo para mejorar las condiciones de vida de nuestros habitantes, haciendo obras de infraestructura social que cambian para bien, y de manera constante, la vida de la gente pobre o, dicho de otra manera, que cambian el rostro de Huitzilan de Serdán. Hemos construido, por ejemplo, muchas aulas para garantizar la educación de nuestros niños y jóvenes en condiciones dignas, hemos pavimentado muchas calles y grandes tramos de camino que comunican a las comunidades con la cabecera municipal, casi todos los pueblos cuentan con canchas techadas, tenemos una Unidad Deportiva, y el logro más brillante de los últimos tiempos es la construcción de un hospital, con atención médica de calidad las 24 horas del día, en el que trabajan médicos que se han ganado un buen prestigio gracias a su labor. Éstos son sólo algunos ejemplos para demostrar que existe justificación para celebrar en grande la fiesta patronal de nuestro pueblo. Hay, pues, mucho que celebrar en este pueblo antorchista.

En segundo lugar, es necesario decir que esta fiesta se caracteriza por estar compuesta de eventos pensados única y exclusivamente para el deleite de la gente, sin importar sus condiciones económicas, pues todos son gratuitos. No está pensada para generar ganancias y, por ejemplo, hasta los juegos mecánicos tuvieron entrada libre. Así, la gente que trabaja en el campo, de bajos ingresos económicos, disfruta por igual de todos los eventos, como quedó demostrado en el auditorio "Máximo de la Cruz Rivera" que albergó a cinco mil gentes durante todos los días. No hay lugar a dudas: la gente pobre gozó de la feria; pero también fue disfrutada por miles de visitantes y turistas, quienes con su presencia le dieron más realce a Huitzilan. Muchos de ellos preguntaban por el costo de los boletos para el rodeo o los bailes, y cuando se les explicaba que todos los eventos eran gratuitos se mostraban realmente sorprendidos con la noticia. A todos ellos, les decimos que nos llena de gusto recibirlos cada año y que sean parte de esta gran fiesta.

Otra de las grandezas de la feria es la importancia que damos a las costumbres y tradiciones de nuestro pueblo, destacando en el programa aspectos con los que se identifica la población, como la representación de la boda indígena y el baile con sones tradicionales, música y baile muy propios de Huitzilan de Serdán, y que son eventos que concentran a gran número de personas. Somos también, sin lugar a dudas, uno de los municipios impulsores más importantes de la música huasteca, pues llevamos más de 20 años organizando encuentros de tríos, y este foro a disposición de los artistas del pueblo ha servido como escuela de varios músicos, que encontraron en Huitzilan el espacio y las condiciones para desarrollar su arte y, como era de esperarse, algunos de ellos han alcanzado la calidad para presentarse en foros de Estados Unidos y Rusia. Este trabajo nos hace sentirnos orgullosos, pues la realidad nos demuestra que nuestra lucha también sirve para encontrar y desarrollar los talentos del pueblo humilde. Es de justicia elemental reconocer que el trabajo y participación de los "Hermanos Bonilla" fue decisivo para este éxito, pues fueron quienes empezaron los primeros encuentros. Los "Hermanos Bonilla", como todos los huitziltecos saben, interpretaban valses, pasos dobles, chotis, boleros, huapangos y los sones tradicionales, y son quienes amenizaron un sin número de eventos en la región. Nuestro reconocimiento a su labor y su talento.

Las danzas son otras de las grandes expresiones que visten a nuestra fiesta. Más de 50 danzas, más de mil participantes de varios municipios vecinos acuden cada año a participar en la procesión más grande de la región en honor a la Virgen de la Asunción, día en que la mayordomía antorchista entrega una ofrenda a la Virgen, cumpliendo así con la costumbre del pueblo.

Otra gran muestra es el trabajo de bordados en los que nuestras artesanas exhiben sus mejores trabajos. Y qué decir de la muestra gastronómica en la que participan más de 150 personas con sus mejores platillos. Como cualquiera puede entender, Antorcha no deja fuera ningún aspecto que sea parte de la cultura de nuestro pueblo. Pues todo aquello que identifique al pueblo debe valorarse, conservarse y, en su caso, rescatarse. Eso a los antorchistas huitziltecos nos enorgullece y nos anima a ser mejores cada día.

Y como cereza del pastel, en nuestra feria se presentaron los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista, con números artísticos que educan y sensibilizan a la gente. La población disfrutó de un folclor que, en general, está negado para el pueblo pobre, porque este tipo de ejecuciones de alta calidad sólo se ve en los foros más importantes de las grandes ciudades y para entrar hay que pagar mucho dinero. En las zonas marginadas, alejadas de las zonas urbanas, nada de eso se ve. Y ése es el otro gran mérito de nuestra organización reflejado en la fiesta de los huitziltecos. Por eso es tan importante reconocer el trabajo de los grupos artísticos formados por hijos de la gente pobre, que son quienes integran estos grupos del Movimiento Antorchista. En eso consiste eso de que al pueblo se le regrese el arte, porque es en el pueblo donde surge todo lo bueno que puede existir en esta vida, sólo que en el sistema actual unos cuantos se apropian de ello, incluido el arte. Antorcha ha incorporado a su lucha un gran trabajo para formar artistas y lograr que el pueblo pueda disfrutar de sus cualidades transformadoras llevándolo a los pueblos más apartados. Un agradecimiento a los grupos culturales que nos deleitaron con bellos banquetes culturales, a las instituciones educativas de Tecomatlán, al CBTa No. 168 de Zacapaoxtla, a las escuelas de Huitzilan y a los jóvenes de los Grupos Nacionales Culturales.

Finalmente, es necesario agradecer al Movimiento Antorchista por todo lo que ha logrado para Huitzilan, por luchar por justicia elemental para la gente pobre de nuestro pueblo, por educarnos y organizarnos. Hemos aprendido que solos no podemos avanzar, que necesitamos de la unión, de la fraternidad y la lucha, para lograr el bienestar a que tenemos derecho, pero también sabemos que esto no sería posible si no pusiéramos en práctica los ideales de justicia del fundador y líder de Antorcha, Ing. Aquiles Córdova Morán, así como los de la dirigencia estatal, seccional y local de nuestra organización.

Nuestro reconocimiento también al Comité de Feria, y a la reina y sus princesas, quienes también aportaron su granito de arena. Podemos afirmar que nuestra feria encierra no sólo un gran contenido religioso, sino también de justicia social para todos los habitantes de Huitzilan y de todos nuestros visitantes. La fiesta patronal de Huitzilan de Serdán es, pues, una lección para muchos pueblos que necesitan organizarse para poder progresar.