La vocación de la Familia

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Emmanuel SHERWELL


Octubre 13, 2016

La familia es la base de la sociedad, por eso Pío XII dijo el 9 de mayo de 1957: "la sociedad es para la familia, y no la familia para la sociedad". La familia nos refiere Jorge Loring S.J., es la institución natural establecida universalmente en el tiempo y en el espacio. Donde tiene origen la vida humana, el recinto de la educación y el vínculo de la transmisión normativa.

Es la familia el núcleo más íntimo en la verdad y la vida, sobre el hombre y su destino, su vocación, su realización. La familia es la gran escuela, donde el ser humano accede a un plano originario en la formación humana y los valores perennes. Y son los padres quienes testifican y los transmiten.

Es así, que los padres se tornan en un elemento insustituible para que podamos andar y sumergirnos en el encuentro con la vida; son ellos, de quienes aprendemos las primeras palabras, las oraciones de casa, los primeros gestos, las virtudes humanas; de quienes vivimos el afecto, el perdón, el silencio, su discernimiento; de quienes conocemos el trabajo diario, la disciplina, el servicio, de entender la realidad, la colaboración, la participación, la inclusión.

Saber descubrir el valor de cada cosa: lo bueno de lo malo; lo conveniente de lo peligroso. Herramientas, que no solamente nos ayudan a abrir los ojos, sino que nos facilita levantar la mirada hacia un horizonte en lo más profundo, que son los demás, impulsando así un sentido hondo hacia lo humano, y una mirada, a confluir con lo lejano, que conduce a esa dimensión vertical que el hombre no debe perder.

Estoy convencido de la importancia de la familia, pero también no podemos ignorar su actual frecuente problemática, que atraviesa y empapa la sociedad actual. Son singulares, y complejos sus desafíos, sus síntomas de debilitamiento; aunado a las presiones constantes de lobbies ideológicos, a la multiplicidad y la contradicción de los mensajes culturales y de los actuales modelos de vida que están constantemente desvirtuando el valor de las familias y su importancia en la sociedad.

Sin embargo, hace falta también entender que construir la vida, una familia, su futuro, exige desde luego paciencia y sufrimiento. Esto no es fácil, pero para realizar una buena experiencia muchas veces se tienen que afrontar sacrificios.

Debemos tomar una mayor conciencia del significado de la familia y su vocación. Son tantas las familias que todos los días luchan por dar esa gran escuela humana y de valores para los hijos, que realmente nos enseñan con su ejemplo que es una gran empresa formar una familia, donde el mayor negocio radica en la formación de los hijos para que estos alcancen el cumplimiento de su misión y vocación de vida. Es por ello, que la educación familiar, como expresa Francisco, debe recobrar su protagonismo, muchas cosas cambiarán para bien. Es hora de que los padres y las madres regresen de su exilio, y se impliquen plenamente en la educación de sus hijos.

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