Solidaridad con el Doctor Brasil Acosta Peña

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Eleusis CÓRDOVA MORÁN


Octubre 28, 2016

El día 16 de octubre fue atacado brutalmente el Doctor Brasil Acosta Peña, dirigente antorchista en Texcoco, Estado de México, ilustre profesionista y luchador social de toda la vida. El ataque fue perpetrado por un grupo de militantes de Morena, azuzados y protegidos por Higinio Martínez Miranda, presidente municipal de Texcoco, y miembro distinguido de dicho partido.

No hay duda de que este ataque criminal fue orquestado desde las altas esferas de Morena. Así lo confirma el mensaje que el dirigente estatal de este partido en el Estado de México, Horacio Duarte Olivares, publicó desde su cuenta de Facebook, en el que dice sentirse orgulloso por la acción cobarde y criminal de sus seguidores y los insta a que sigan cometiendo más atropellos y más graves en contra de nuestra organización.

Este odio vesánico de los dirigentes de Morena se explica por la instrumentación de la política organizativa que Antorcha aplica en el pueblo texcocano y que está logrando un rápido crecimiento y un avance consolidado, lo que la ubicará, en un tiempo perentorio, como una fuerza capaz de disputarle el poder político a Morena en este importante municipio. Por eso han ordenado detener su crecimiento sin importar la forma, aunque se violen las garantías individuales de los texcocanos antorchistas. Hacemos del conocimiento de la opinión pública estos reprobables hechos por dos razones principales:

Está claro que el ataque al Dr. Brasil y sus seguidores es una violación flagrante al artículo noveno constitucional, que consagra el derecho de los mexicanos a la libre organización. Es, por tanto, un delito que los gobierno estatal y federal deben castigar enérgicamente, cumpliendo así con su papel de garantes del Estado de Derecho, tutelado por nuestra Carta Magna

Higinio Martínez debe ajustar su actuar a este estado de derecho, respetando, como es su obligación, la labor y la lucha política del Dr. Brasil Acosta y de los antorchistas texcocanos. La no intervención, la indiferencia oficial o el dejar pasar y dejar hacer de las autoridades, alentará indudablemente la actitud criminal de Higinio Martínez y Morena, con el consabido resultado de ataques cada vez más graves, incluyendo el asesinato. Responsabilizamos a los gobiernos estatal y federal si, por omisión, nuestras camaradas reciben ataques mayores.

La no aplicación del derecho, en muchos casos, es lo que ha provocado el aumento de la criminalidad en el país. Por eso, la aplicación estricta y rigurosa de la justicia es necesaria para empezar a recuperar la credibilidad perdida de los mexicanos en sus órganos de gobierno.

La segunda razón es de carácter político. Para nadie es desconocido que la campaña de Morena para ganar adeptos se centra en hacerse aparecer como un partido diferente de los que actualmente están formados en México y, por lo tanto, como el único capaz de forjar un país diferente del actual en el que vivimos.

Los hechos perpetrados en Texcoco en contra del Dr. Brasil demuestran claramente que Morena sólo es diferente de los demás partidos en el nombre, pero que es igual -cuando no superior- en su manera de concebir el poder, en su actitud soberbia, prepotente y represora contra el pueblo pobre de México y contra los que piensan y actúan diferente a ellos.

La política del PRD en la ciudad de México es prueba irrefutable de lo que afirmamos. No hay duda. Son copia del original espíritu represivo que invade a los enemigos del pueblo.

Por esa razón, Morena no es la salvación que pregona ser para la nación, y esto lo debe de saber y analizar el pueblo para actuar en consecuencia.

La vida misma prueba que solución única y verdadera a los graves problemas que se viven en México es el antorchismo nacional, cuyo actuar político demuestra que somos la única alternativa para resolver los problemas de todo tipo que aquejan a nuestro país. 

Pruebas: Chimalhuacán e Ixtapaluca en el Estado de México, Huitzilan de Serdán y Tecomatlán en Puebla, son el claro ejemplo de gobierno antorchista, que realmente se preocupa por el desarrollo de los pueblos de México, y de mejoría notable en todos sus habitantes, sin distingos partidistas de ninguna especie.

Los antorchistas del país nos encontramos gravemente ofendidos por el ataque al Dr. Brasil Acosta y estamos esperando la voz de mando para proceder a su defensa a nivel nacional, en demanda de respeto a su trabajo y a su persona. Estamos en pie de lucha para demostrar nuestra unión y nuestra fraternidad con todos los antorchistas texcocanos, cuestión que los debe impulsar a seguir con más decisión en las filas del antorchismo nacional.

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