Sábado 12 de Noviembre de 2016

Sin duda el triunfo del republicano Donald Trump, deja en claro que habrá mucho trabajo por hacer para contrarrestar las políticas adversas hacia los mexicanos.

En este espacio expusimos en las últimas semanas la falta de estrategia, y que quizás los contendientes no eran opción. Ante ello, los norteamericanos conservadores decidieron dar marcha atrás a muchas políticas de apertura y desarrollo, que a lo largo de la última década impulsaron los demócratas. (Los tecnócratas y neoliberalistas).

El triunfo fue contundente y no sólo en la elección presidencial. Los norteamericanos entregaron el Senado y el Congreso a los Republicanos, dejando en claro que la factura no fue sólo para Clinton u Obama; fue para muchos otros demócratas, que han impulsado políticas de apoyo económico e intervención en Latinoamérica.

Los americanos han apostado una vez más al bipartidismo, que ha consolidado su democracia, y con ello salen de una zona de confort para enfrentar nuevos tiempos, con acciones conservadoras, aún con la inexperiencia política de su presidente electo.

Así, los diplomáticos tendrán que apoyar a los connacionales radicados en la Unión Americana, y el diálogo y la negociación serán la única vía de convencimiento.

Estados Unidos gira hacia la derecha en un escenario en el que la migración es mal vista; el libre comercio ya no será una prioridad, y la globalización no lleva a ningún lado. Sin duda México deberá ajustar sus políticas económicas e internacionales para replantear un arduo trabajo interno, que nos obligará a encontrar nuestras propias vías de solución. Busquemos un México natural, con el manejo de nuestras propias ideas y sin depender de los demás.

Lo preocupante es el brote de inconformidad y violencia de sectores de la sociedad americana, que bajo la bandera "este presidente no me representa", fortalecen la división e inconformidad. Ante este escenario, fue que Hillary Clinton decidió vestir de morado, (color del bipartidismo norteamericano -combinación de rojo y azul-); y dar un discurso llamando a la Unidad, y a superar las diferencias para encontrar nuevos tiempos para los Estados Unidos.

Tómelo con atención. Está semana inició con un discurso de defensa de cara a la sociedad por parte de Ricardo Anaya, presidente Nacional de Acción Nacional. Ante los señalamientos que indicaban un escándalo mediático por los ingresos y el nivel de vida de él y su familia, Anaya decidió afrontar el tema, y defenderse de cara a la sociedad. Aunque mediáticamente cumplió su objetivo, es claro que el hecho de tener por más de dos años a la familia viviendo en los Estados Unidos, es un mal mensaje a la sociedad, ya que se interpreta como una forma de proteger y salvaguardar a su familia ante la inseguridad y la violencia; así como el dar una educación de mejor nivel, al que los mexicanos no tienen acceso.

En este escenario, la entrega de Guillermo Padrés en otro espectáculo mediático, puede obedecer a una estrategia de Acción Nacional, para defenderse de cara a la sociedad. No es extraño pensar que en el expediente del exgobernador de Sonora, puedan existir un sin fin de irregularidades que lleven en unos meses a una libertad bajo fianza al político sonorense; sin embargo, el tema tiene otros tintes cuando inesperadamente, en el Reclusorio fue aprehendido su hijo, bajo la acusación de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

¿Cómo reaccionará el Partido Revolucionario Institucional, ante la incapacidad de dar la cara a la sociedad presentando a Javier Duarte? Obvio el discurso de las fuerzas políticas opositoras, ya señalan al PRI y a Duarte como impresentables para defenderse de cara a la sociedad.

Tómelo con preocupación. Aunque mediáticamente Miguel Ángel Mancera y su equipo han operado para aparentar una disminución en los asaltos, y la operación de la delincuencia organizada, las redes sociales siguen dando cuenta a diario de la operación de grupos de la delincuencia organizada, que aprovechando complicidades de autoridades y bancos sorprenden a usuarios de los servicios al salir de las sucursales con asaltos constantes. De igual forma, en vías primarias y aprovechando el tráfico generado por obras mal planeadas e inoperancia de las autoridades, los asaltos a vehículos son el pan nuestro de cada día.

Mancera ha dejado en claro su desinterés ante la ola de violencia que se vive en la Ciudad y los grupos se pelean la plaza. La extorsión y el cobro de piso en zonas comerciales ya son modalidades que surgen con mayor frecuencia, para demostrar la ingobernabilidad que tarde o temprano llevará a las autoridades federales, a tener que intervenir con el Ejército, la Marina, y la Gendarmería, para garantizar la seguridad de los habitantes de la Ciudad de México. ¿Así podría Miguel Ángel Mancera ser considerado como opción a la Presidencia de la República en el 2018?

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@Fernando_MoraG Facebook: Fernando Antonio Mora

* Maestro en Comunicación Institucional por la Universidad Panamericana. Socio Fundador del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo.