Viernes 06 de Enero de 2017 |
Las protestas callejeras, bloqueos carreteros y saqueos de comercios que estamos viendo en diferentes ciudades del país -Puebla incluida- van más allá del mal humor social que existe en el país por los gasolinazos. De entrada no parecen ser, por la forma y por los que participan en ellas, manifestaciones espontáneas de ciudadanos inconformes por el alza de precios de combustibles y otros productos y servicios de primera necesidad, la corrupción y la incapacidad de quienes nos gobiernan. Lo que viene sucediendo está lejos de ser algo natural o voluntario. No lo es. En realidad estamos ante hechos -maquinados e instrumentados por alguien con poder, recursos y capacidad de convocatoria y movilización- que tienen la intención de provocar caos, inestabilidad y zozobra política, social y económica en el país. Sin embargo, ese alguien no es Andrés Manuel López Obrador ni los dirigentes y activistas de su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), como erróneamente ha comenzado a propalarse. Digámoslo con toda claridad: ni López Obrador ni Morena tienen esos alcances. Pero además: tampoco les convendría involucrarse en acciones de esta naturaleza dado el posicionamiento que hoy tienen de cara a la sucesión presidencial del 2018. Personalmente creo que las orquestadas acciones de pillaje que han ocurrido en distintas ciudades del país son actos de vandalismo político con aviesas y calculadas intenciones de sembrar miedo e incertidumbre entre la población. ¿Para qué? No lo sé, y tampoco quiero arriesgar alguna hipótesis. Lo único más o menos claro es que las protestas e inusitados actos de pillaje que están ocurriendo van más allá del humor social que invade a los mexicanos por el desastroso, corrupto e incapaz gobierno de Peña Nieto. periodistasoy@hotmail.com@periodistasoy
|