Claroscuros del sexenio de Rafael Moreno Valle

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Carlos GÓMEZ


Enero 13, 2017

A dos días de que Rafael Moreno Valle Rosas rinda su Sexto y último Informe de Gobierno queda claro que existen claroscuros en su administración.

Hay una larga lista de acciones positivas en su administración como es la mejora de la infraestructura en la capital poblana, el crecimiento de la infraestructura hospitalaria al interior del estado y, desde luego, la llegada de Audi a San José Chiapa.

A lo largo de estos seis años se vivió una transformación que convenció a la mayoría de los poblanos que votaron a favor de Tony Gali para presidente municipal y luego como gobernador de Puebla.

Esa es la principal carta de presentación de Rafael Moreno Valle porque es evidente que la gente votó por la continuidad de su sello al frente del gobierno del Estado de Puebla y terminó con el mito de que "gobernador no pone gobernador".

Su habilidad de estratega electoral está más que demostrada y por eso buscará ser presidente de México en el 2018.

Rafael Moreno Valle construyó obras como el Museo Internacional Barroco y siempre contó con el apoyo de Enrique Peña Nieto para obras como el Segundo Piso de la autopista México-Puebla, entre otras.

En el terreno político, Rafael Moreno Valle es el dueño de varios partidos, entre ellos el PAN, que le permiten mantener una importante hegemonía electoral en la entidad y su grado de influencia le permite tener presencia en otros estados del país.

Todo eso es el aspecto positivo de Rafael Moreno Valle a lo largo de seis años al frente del gobierno de Puebla.

La parte cuestionable es, sin duda alguna, su particular estilo de gobernador en donde no existen puentes de comunicación y diálogo.

Su opacidad en el manejo de los recursos públicos, la deuda oculta con la que construyó las obras más emblemáticas de su sexenio, todos los presos políticos que siguen en espera de ser absueltos, los que están presos, los que siguen con procesos abiertos y, desde luego, el caso Chalchihuapan.

Desde el primer momento dejó en claro que gobernaría con mano dura y así lo hizo.

Jamás dejó espacios al diálogo con los grupos sociales que no estaban de acuerdo con su administración.

Ahí están los casos de Cholula, los presidentes auxiliares encarcelados, los heridos en los desalojos de los mototaxistas, los transportistas y concesionarios presos.

Sin embargo, esa mano dura estuvo ausente en la Secretaría de Seguridad Pública que permitió que Puebla se convirtiera en el primer lugar nacional en tomas clandestinas en ductos de Pemex y robo de hidrocarburos en el país.

Los huachicoleros hoy representan la máxima amenaza para la seguridad de la entidad porque la zona del Triángulo Rojo cada vez es más grande y la violencia es mayor. Ya ni los policías federales están a salvo en territorio poblano.

Ni los estudiantes de la BUAP se salvaron de esa mano dura de Rafael Moreno Valle.

Una larga lista de aspectos negativos con los que cierra Rafael Moreno Valle su sexenio.

Hay que decir que a diferencia de otros gobernadores, Moreno Valle tiene un futuro prometedor en la política nacional y será un personaje clave en lo que suceda al interior del PAN en el 2018. La carrera política de Rafael Moreno Valle no termina con su sexenio y eso está más que claro.

www.contrastesdepuebla.com

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