Ciudadanos en tiempos de Trump

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Mariya DIMOVA


Enero 29, 2017

El día después de las elecciones en Estados Unidos de América caminaba por el campus de la universidad y noté preocupación en mis alumnos, quienes estaban impactados por la elección de Donald Trump como presidente de esa nación. Apoyar su retórica ofensiva hacia México y los mexicanos se percibía como una afrenta. ¿Van a construir el muro?, ¿cuál es el futuro de TLCAN?, ¿cómo nos va a impactar?, ¿por qué 29 por ciento de los latinos votaron por él? eran algunas de las interrogantes.

En esta situación de incertidumbre, quise contestar desde un punto de vista personal y no como profesora. Soy originaria de Bulgaria y he sido extranjera casi toda mi vida, por lo que nunca he elegido a mis gobernantes en Francia, Suiza o México, pero siempre he ejercido una ciudadana activa en proyectos sociales que promueven mis principios y valores: paz, equidad, educación, diálogo intercultural. Creo en ellos y también en que son coincidentes con los de muchos ciudadanos mexicanos y estadounidenses, que en conjunto pueden abonar a la construcción de puentes sobre un muro, a través de movimientos e iniciativas de base.

En una de mis clases en 2016, desarrollé un proyecto de recaudación de fondos para apoyar a una ONG dirigida por y para mujeres PSYDEH (Psicología y Derechos Humanos A.C.). Fue un proyecto de construcción de puentes, una iniciativa educativa y ciudadana impulsada por colaboradores americanos, europeos y mujeres en las comunidades indígenas. Fue un camino para solucionar problemas y enfrentar retos que compartimos en el contexto global actual; en éste, el abogado y emprendedor social estadounidense Damon Taylor, asesor principal de programas en la ONG mexicana PSYDEH. Él dice que PSYDEH expone un modelo innovador de empoderamiento de las mujeres en comunidades rurales indígenas, en el cual acceden a talleres, capacitación profesional y encuentros regionales con el fin de crear líderes y soluciones de los problemas locales. La cooperación transfronteriza, intercultural y ciudadana fue la clave para un progreso sostenible; convergimos ciudadanos activos e informados, de forma libre, empoderando a las mujeres, y la victoria de Trump no cambiará eso. No es el momento de buscar soluciones nacionalistas y egocéntricas, sino de desarrollar iniciativas ciudadanas desde abajo, dentro de México, involucrando a estadounidenses y otros extranjeros.

A finales de 2016, terminé mi estancia como profesora visitante en México para mudarme a Estados Unidos, y es aquí cuando al escuchar el discurso de despedida del expresidente Obama, reflexioné sobre el mensaje que quisiera dejar a mis estudiantes: "A pesar de todas nuestras diferencias, todos somos ciudadanos. Si se necesita cambiar el sistema político, únanse y organicen algo; si están decepcionados de sus gobernantes, postúlense para un cargo, o involúcrense en su comunidad, perseveren en transformar su vida pública."

Ya lo hicimos en el proyecto de PSYDEH; citadinos, indígenas, mexicanos, europeos. Con Donald Trump, el futuro del TLCAN amenazado y el muro siendo una posibilidad, queda mucha incertidumbre y da miedo. Pero mi experiencia en México me da optimismo. Conozco a mis amigos mexicanos y estadounidense, sé que la cooperación internacional desafía fronteras y muros, al ofrecer soluciones creativas e innovadoras a problemas comunes; los muros no funcionan, pero los puentes sí porque son más sostenibles. Incluso el secretario de Seguridad de Trump, el general John F. Kelly, sostuvo que una barrera física no puede solucionar los complejos problemas fronterizos entre México y Estados Unidos; por eso creo que independientemente de nuestras diferencias culturales, todos tenemos la capacidad de impulsar un cambio común positivo. No es momento de politizar nuestras identidades, construyamos puentes y no muros, entre mexicanos, estadounidenses y más allá. Celebremos y apoyemos cooperación de base, sin fronteras.

*Profesor Extranjero Visitante (2015-2016)Tecnológico de Monterrey

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