Vientos de guerra en el PRD poblano
Vientos de guerra se avecinan sobre el Comité Directivo Estatal del PRD poblano. Las intenciones son del expresidente nacional de convergencia y se dice tuvieron anuencia desde el cuartel general del PRD en la capital de la República.
El político veracruzano Luis Maldonado Villegas, hoy vestido de amarillo, es residente del fraccionamiento La Vista, hasta donde se dan cita sus colaboradores poblanos, quienes se han dado a la tarea de obtener una depurada lista de perredistas debidamente afiliados al citado instituto.
El subsecuente paso, de acuerdo con el plan trazado para que don Luis Maldonado Villegas controle en absoluto al perredismo poblano, es el acercamiento a comités municipales, sin perder el tiempo en las pequeñas tribus, pues se dice que éstas simplemente tienen precio.
El trabajo político del exsecretario general de Gobierno proviene de un plan debidamente estructurado en la casa de todos los poblanos, por tanto cuenta con la anuencia total del morenovallismo, donde se dice que se perdonan los desplantes de la excandidata Roxana Luna Porquillo, pero no se remiten al olvido, por tanto que el plan tiene como primordial fin dar por vía del PRD poblano, en su momento, las gracias por su entusiasta participación al exsenador Javier Lozano.
Desde luego que un importante papel juega en este plan el senador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, quien con el oportunismo que lo caracteriza tuvo la opción de ubicar a su gente en el actual gabinetazo del gobernador Antonio Gali Fayad.
Quien se sacó la rifa del tigre con su inclusión como secretario de Seguridad Pública en el gobierno estatal es el joven político Jesús Morales Rodríguez, quien tendrá que lidiar no sólo con la delincuencia organizada que parece haber sentado sus reales en el estado, sino con la cloaca máxima que representa el grupo de uniformados que a partir de ahora tiene bajo su mando.
Con motivo de lo que cito en líneas anteriores e incluso por razones de seguridad el nuevo secretario de Seguridad Pública muy posiblemente traslade sus oficinas al viejo edificio de la 9 Oriente.
Evidentemente que la rotación de mandos al interior de la policía estatal, no es la solución al grave problema de corrupción y delincuencia que enfrenta el gobierno, con tal motivo, muy posiblemente Jesús Morales Rodríguez, tendrá no sólo que escuchar sino atender con sumo cuidado las directrices y lineamientos que mandos militares dispongan desde el Consejo Estatal de Seguridad.
Amable lector, poco o nada cambiará en torno de la seguridad de los poblanos, las mafias constituidas en el estado tendrán que reubicarse y tocar puertas con los posibles nuevos mandos operativos, excepción hecha de que realmente se cumplan los lineamientos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La llegada al Tribunal Superior de Justicia del exsíndico municipal no sólo es un mensaje para quien "lleva las riendas" del tercer poder. Se trata de la intención manifiesta de la señora Martha Érika Alonso por iniciar la ubicación de personajes que de acuerdo al proyecto morenovallista más adelante estarán a sus órdenes.
El recién nombrado magistrado Héctor Sánchez Sánchez podría ingresar a un conflicto de interés si no se abstiene de continuar gestionando litigios desde su despacho ubicado en las la llamadas torres JV, sin embargo, poco puede atender a ello si se considera que 70 por ciento de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia representan para los abogados postulantes una competencia desleal en el mundo del litigio.
En efecto, el mundo del litigio se encuentra acotado por notarios, magistrados y jueces que han encontrado en la doble vida laboral perversos ingresos que los sitúan como los nuevos ricos de Puebla. Esto que cito últimamente es una de las herencias más viciadas y perversas del sexenio que termina y por supuesto que también en este rubro habrá continuidad.
