Horizontes

Me atrevo a decir que los hombres y mujeres mexicanos que a través de la historia han migrado a los Estados Unidos, constituyen un pilar fundamental en la economía de aquella nación. Sabido es que son ellos quienes realizan las labores sucias y más pesadas al trabajar en el campo, la jardinería, en la construcción se desempeñan como albañiles, en la manufactura al operar las máquinas de coser, hasta quienes literal tienen el oficio de lavaplatos, o se dedican a tareas domésticas.

Lo cierto es que el trabajo de estos hombres y mujeres que se jugaron el pellejo dejando a sus familias, partiendo a una nación ajena, con un idioma distinto, con bajos niveles educativos y escasa experiencia laboral, han aprendido a ejercer con destreza su actividad, sometidos en muchos casos, denigrados, sin embargo, repito, son pilar fundamental de la economía norteamericana y quienes perciben los salarios más bajos, y en numerosas ocasiones no cuentan con ninguna protección de seguridad social, no pueden satisfacer ciertas necesidades básicas, incluyendo un nivel digno en la calidad de salud, vivienda, educación y recreación; mexicanos que aún bajo esas condiciones se arriesgaron, muchos para jamás volver, y otros más que se apresuran a regresar ante el arribo del magnate Donald Trump a la Presidencia, ya que éste les considera invasores que roban trabajos a los estadounidenses.

En los innumerables mítines de campaña electoral, Trump señaló específicamente a los migrantes que llegan procedentes de México, según él, en su mayoría mexicanos, como los principales responsables de no sólo la falta de empleo para los locales, sino buena parte de algunos delitos en específico.

Así y a pesar del trabajo de organizaciones que laboran en la protección a los migrantes en el vecino del norte, a muchos connacionales se les acaba el "20" y a querer o no, alicaídos por dejar a mujeres e hijos, se ven en la necesidad de regresar a nuestro país lo más pronto posible.

El diez por ciento de la economía de Estados Unidos depende de la mano de obra de los mexicanos que viven en aquella nación. Además, la inmigración mexicana contribuye a contrarrestar el envejecimiento demográfico estadounidense, y a mantener una mayor proporción de la población en las edades laborales, en comparación con la mayoría de las naciones ricas e industrializadas.

El impacto se siente a lo largo del país, dado que los mexicanos se ubican entre los cinco principales grupos de inmigrantes en 43 estados. En nueve de ellos, los mexicanos constituyen más de 40 por ciento de la población inmigrante y hasta alrededor de 60 por ciento en estados como Arizona, Nuevo México y Texas.

Esta población se conforma predominantemente de adultos entre 18 y 64 años de edad, y participa activamente a la economía del país mediante su trabajo y consumo, así como a la diversidad social a través de su cultura y vida comunitaria. 

El clima en el vecino del norte es tenso en estos días, los obispos de Estados Unidos han elaborado una guía de apoyo para inmigrantes, con el objetivo de que busquen su estancia legal y les advierten de las estafas con "notarios fraudulentos".

Mientras tanto, el gobierno federal se declara listo para recibir a los migrantes que regresen, con una bolsa de mil millones de pesos en programas para el empleo.

Es hora de que los mexicanos permanezcamos unidos para enfrentar la batalla que es ya la presidencia de Donald Trump, en Tamaulipas como muestra de unidad, han habido largas jornadas en que los mexicanos ya no cruzan al otro lado, por lo que algunos comercios de Mc Allen, ya incluso contemplan cerrar sus puertas.

Además, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ha crecido el consumo de bienes nacionales y cae el de los importados, esto es tan sólo el comienzo…

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