Tarifas preferenciales en transporte público para los estudiantes

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Trabajar por el fortalecimiento de la educación desde cualquier nivel de gobierno, especialmente desde el ámbito estatal, no sólo implica la construcción de escuelas y aulas, tampoco basta con dotar de infraestructura a los planteles y de aplicar, en coordinación con las instancias correspondientes, las pruebas de calidad para garantizar el mejor servicio educativo para los estudiantes.

La tarea de los gobiernos debe ir más allá. Debe tener una óptica más integral que incluya aspectos periféricos, pero que al final de cuentas, terminan por cerrar el círculo de la calidad educativa y de garantizar la posibilidad para que todos tengan acceso a un derecho constitucional que es la educación gratuita.

En ese contexto, y preocupado por que el gobierno estatal atienda todos los elementos que contribuyen y garantizan la consecución del objetivo de que todos los poblanos tengan las mismas oportunidades para estudiar, tuve la oportunidad de presentar un exhorto al gobierno del estado para que se otorguen tarifas preferenciales a todos los estudiantes, es decir, los de educación básica, estudiantes de nivel medio (secundaria), medio superior (preparatoria), superior (universidad o carreras técnicas) en instituciones públicas y privadas que realicen viajes en la Red Urbana de Transporte Publico Articulado (RUTA) y transporte colectivo, tanto en la zona metropolitana como en el interior del estado.

A través de la Fracción Parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional se solicitó al Ejecutivo del estado que instruya a la Secretaría de Infraestructura y Transportes del estado y a las carreteras de cuota en Puebla, para que generen un programa que permita estas tarifas preferenciales y con ello se contribuya a apoyar y, sobre todo, facilitar e incentivar el hecho de que los estudiantes de cualquier nivel eroguen menos recursos para sus traslados.

Es importante enfatizar que, desde hace más de diez años, Puebla es una de las entidades federativas con el mayor número de instituciones de nivel superior, tanto privadas como públicas. Según cifras de la Secretaria de Educación Pública, hasta 2015 la entidad contaba con 466 escuelas y 248 instituciones de educación superior, lo que ubica al estado en segundo lugar sólo por debajo de la Ciudad de México que tiene 471 escuelas y 266 instituciones.

Aunado a lo anterior, Puebla tiene la cuarta matricula más grande a nivel nacional hasta el ciclo escolar 2012-2013 en cuanto al número de estudiantes de nivel superior, pues la SEP registró 198 mil 704 estudiantes, superando a la Ciudad de México con 507 mil 123 alumnos, al Estado de México (36 mil 125) y a Jalisco (211 mil 662).

Evidentemente, la situación económica del país –inmerso en la globalización- nos debe llevar a tomar acciones que contribuyan a apoyar el gasto familiar.

El impacto delel incremento en el precio internacional del petróleo, de aproximadamente el 60.2%, ocasionó el aumento del precio internacional de la gasolina, situación que directamente afecta a nuestro país, debido a que México importa más de la mitad de los combustibles que se consumen en el país.

Si aunado a lo anterior sumamos el efecto Donald Trump, el panorama para nuestro país, según analistas económicos, es de menor crecimiento y más presiones para el peso mexicano. Lo anterior ha generado un incremento en la canasta básica de los mexicanos y por ende se ha reducido su poder adquisitivo.

En concreto, consideramos urgente que se apliquen este tipo de esquemas de tarifas preferenciales al transporte público para los estudiantes, debido a que uno de los factores que frenan la conclusión de sus estudios educativos es el gasto en la movilización.

Consideremos que por el servicio de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) se pagan 7.50 pesos y $6 pesos en el colectivo; en muchas ocasiones, los estudiantes deben abordar hasta 3 transportes para llegar a su destino, entonces supongamos que un estudiante aborda 2 transportes colectivos de ida al centro educativo y dos de regreso a su casa. Esto implica un gasto diario de 30 pesos, equivalente a 150 pesos semanales y a 600 pesos mensuales. En un salario mínimo de 80.04 pesos, abarca el 25 por ciento del mismo. Lo anterior suponiendo la existencia de sólo un hijo y sin tomar en cuenta el transporte de los demás integrantes de la familia y los gastos mínimos vitales.

Lo anterior genera que muchas familias desisten en su intento de enviar a sus hijos a la escuela, precisamente, por el alto costo que tienen que pagar por ello, factor que repercute directamente en las tasas de deserción escolar. Existe mayor frecuencia de abandono en la educación media superior durante el primer semestre de bachillerato; si un joven llega a quinto semestre la deserción escolar en el nivel preparatoria se reduce prácticamente a cero.

La educación no sólo se apoya con aulas, uniformes, libros gratuitos y escuelas, sino también desde la economía de las familias trabajadoras. Ahí está una verdadera oportunidad de contribuir con los poblanos.

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