Discursos, marchas, apretones de manos, pero no empleo ni bienestar

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Carlos RAMÍREZ


Febrero 10, 2017

Detrás de los distractores que representan los discursos de solidaridad con migrantes deportados, las marchas contra el presidente Donald Trump y las promesas de apoyo, la realidad que le espera a los migrantes deportados es crítica: en México no hay empleo, ni salarios, ni bienestar. Los que regresan vienen a reencontrarse con la crisis económico-social que los obligó a cruzar la frontera en busca de empleo.

Los datos son contundentes, con cifras tomadas de diferentes estudios e investigaciones:

*El 72 por ciento de los migrantes gana entre 833 dólares y 2 mil 500 dólares mensuales, o sea, entre 16 mil 600 pesos y 50 mil pesos al mes, contra un salario mínimo mexicano de 2 mil 400 pesos mensuales.

*En Estados Unidos, 35 por ciento de las mujeres trabaja en los sectores de esparcimiento y manufacturas y el 50 por ciento de hombres en los sectores de construcción, manufacturas y esparcimiento.

*De 2001 a 2016 se han deportado de EU casi 5 millones de mexicanos que regresan a demandar empleo, salarios y bienestar; sin embargo, cifras oficiales del Inegi señalan la existencia de 8.5 millones de mexicanos en situación de desempleo y subempleo, el 15.5 por ciento de la población económicamente activa. Ello quiere decir que si no hay empleo para los que viven aquí, menos para los que se fueron del país y son regresados por deportaciones.

*La presión laboral y de bienestar no será tan intensa y por eso el gabinete económico no aparece muy preocupado por las deportaciones: en 2014, apenas 4.1 por ciento de los hogares mexicanos dependía directamente de las remesas de los migrantes, aproximadamente 1.3 millones de hogares. A ese grupo muy localizado de personas afectarán las deportaciones. El dinero de las remesas era usado por las familias para comida y vestido, pago de deudas y vivienda.

*En lo general, la disminución de las remesas por la repatriación de migrantes afectará a la balanza de pagos porque en 2015 y 2016 las remesas fueron más que los ingresos por exportaciones petroleras, 24 mil millones de dólares en promedio por las primeras, y apenas 16 mil millones de dólares por las segundas.

*El aumento en el flujo de mexicanos que cruzaban ilegalmente la frontera para encontrar empleo en EU subió después del tratado de comercio libre que firmó el expresidente Carlos Salinas de Gortari en función de las necesidades de la economía estadounidense; Salinas no insistió en un programa de trabajadores temporales que hubiera legalizado la estancia ilegal.

*La mayoría de los mexicanos ilegales no necesariamente se quiere naturalizar, pero tampoco desea regresar a México; su condición migratoria ilegal pero productiva le permite decirse mexicano, pero sin pretender regresar a México.

*Los estados en México con mayor grado de migrantes ilegales son Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Guanajuato, Puebla, Jalisco, México, Veracruz, Sinaloa, Sonora y Chiapas. Los que menos expulsan son Baja California Sur, Quintana Roo, Campeche y Michoacán. En los primeros se resentirá la presión laboral y social por el regreso de migrantes acostumbrados a ingresos en dólares.

En este contexto, la deportación de migrantes ilegales a México sí constituye un problema social y económico, pero los cálculos oficiales consideran que no será de colapso porque sólo afectará al 4.1 por ciento de hogares. En todo caso, la crisis en la relación México-EU por la decisión de Trump será política interna y bilateral.

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@carlosramirezh

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