26 de Febrero de 2017 |
En el marco del Día Internacional de la Mujer, a celebrarse el próximo 8 de marzo, quisiera reflexionar con los lectores sobre el significado que adquiere este día en el contexto global y particularmente en el local, refiriéndome a la nación mexicana. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un día internacional tiene como propósito sensibilizar o llamar la atención de la población sobre un problema sin resolver por parte de los gobiernos; haciendo un llamado a la acción para que los ciudadanos les exijan soluciones. En este sentido, este organismo internacional plantea que el mundo laboral está en transformación, con implicaciones significativas para las mujeres, ante lo cual es de subrayarse el acceso al servicio público. El tema de 2017 para el Día Internacional de la Mujer es «Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030». La ONU se centrará en nuevos compromisos de los gobiernos bajo la iniciativa «Demos el paso» y otros más en materia de igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los derechos humanos de las mujeres. Siendo la tecnología un impulso para la mejora del desarrollo en la reducción de la brecha de género, generando nuevos motores de crecimiento. Entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible destaco el Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Siendo una de las metas principales la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo en todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública. Ante lo cual, los gobiernos debieran estar facilitando el acceso a la información, la educación y la innovación para que sean más las mujeres que lideren la vida pública, a través de los cargos de representación política. Sin embargo, la realidad dista de las acciones que tendría que estar ejecutando nuestro país para armonizar los objetivos planteados con los hechos. El gobierno debería coordinar acciones encaminadas a promover la participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones en el ámbito público en México, por lo que resulta incomprensible que, habiendo más de 40 millones de mujeres en la lista nominal (INE: 2017), actualmente en México haya una sola mujer como gobernadora de una entidad de la federación o tres mujeres en el gabinete del presidente de la República. Esto habla de las dificultades que aún tienen las mujeres para acceder a los cargos de elección popular, a pesar de la reforma política que aprobó la paridad de género en 2014 y que más tarde en 2015, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) ratificara como registro de candidaturas a diputaciones federales, verificando tres requisitos: 1) fórmulas integradas por personas del mismo género (propietario y suplente); 2) 50 por ciento de candidaturas para mujeres y 50 por ciento para hombres (PARIDAD); y 3) No asignar a alguno de los géneros, exclusivamente los distritos en los que el partido que postula, haya obtenido el más bajo porcentaje en las elecciones 2012.Como podemos advertir, es necesario que tanto el gobierno como la sociedad civil, y especialmente los partidos políticos, demuestren un verdadero compromiso y participen activamente, con el fin de lograr una igualdad real entre hombres y mujeres en materia de participación política. En este orden de ideas, la participación de la mujer en México se debería traducir en más espacios de elección popular, espacios de gobierno, espacios en órganos electorales y en partidos políticos. Aunque son casi excepcionales las posiciones que ocupan las mujeres, pareciera que no está claro, ¿dónde están las mujeres en este país?, pero espero que preparándose para incorporarse en la vida pública. Al país le urgen sus mujeres. *Politóloga del Tecnológico de Monterrey en Pueblainfo@reconstruyendociudadania.org@floresm_mx |