¿No a los pluris?
Desde hace algún tiempo se ha puesto en duda la existencia de los diputados electos bajo el principio de representación proporcional o también llamados pluris, quienes obtienen ésta denominación debido a la forma de ser electos, es decir, de forma plurinominal; porque sí, efectivamente sí los elegimos nosotros los votantes, aunque se opine lo contrario.
Brevemente explicaré lo anterior, cuando nosotros acudimos a las urnas a ejercer nuestro derecho al sufragio, tratándose de elecciones para diputados locales o federales, también para senadores, en la parte posterior de la boleta nos encontramos una lista de nombres.
Se trata de los aspirantes a ocupar estos cargos bajo el principio de representación proporcional, quienes acceden a una curul en base a los resultados de la votación después de haber sido designadas las diputaciones o senadurías y tomando en consideración el resultado de la elección.
Esto es, por ejemplo, en el caso de una diputación local, si vives en un estado en el que hay treinta distritos electorales y, en base al número de habitantes, el Congreso de ese estado tiene cincuenta curules, sucede lo siguiente: de acuerdo con el resultado de la elección, se asigna una curul a los ganadores de cada uno de los treinta distritos electorales, ahora bien ¿Cómo se asignan las otras veinte curules? Del resultado total de los votos de todos los distritos se restan los votos emitidos a favor de los que resultaron ganadores y los votos restantes se suman los de todos los distritos, es decir, todo el estado, y se computan por partido político y de acuerdo al porcentaje de votos emitido a su favor y el número de curules; en este ejemplo, veinte se reparten esos veinte espacios de forma proporcional, por eso se les llama de representación proporcional.
De lo anterior, podemos llegar a varias conclusiones, entre ellas que:
Los ciudadanos SÍ votamos por los llamados "plurinominales" al momento de emitir nuestro sufragio por un partido político que no resultó ganador en mi distrito electoral, ese voto no se pierde y es tomado en cuenta.
El haber votado por un diputado que no ganó en mi distrito electoral, no hace que mi voto se pierda o se "vaya a la basura", puesto que sigue contando para la asignación por representación proporcional.
El objetivo de esas diputaciones "plurinominales" es representar a las minorías en el poder legislativo, ya sea en el orden federal o local.
Este sistema es resultado de la evolución de la ciencia política que nos aleja de la "tiranía de las mayorías".
Deberíamos prestar más atención a la lista que viene detrás de la boleta electoral, o bien, participar activamente en política si los candidatos que allí aparecen no cumplen nuestras expectativas políticas.
Este sistema, en origen, tiene una intención noble, que como ya se dijo, es la representación de las minorías, aunque se le ha dado mal uso, pues ha llevado a las legislaturas a personajes pintorescos de nuestra política mexicana.
No obstante, también ha sido bien utilizado por los partidos políticos orientados al poder, ya que a través de este sistema llegan a las legislaturas líderes partidistas que coordinan a la bancada de su partido y, por ende, influyen en la agenda legislativa logrando tal peso, que son clave en las reformas y el representante uninominal, en la mayoría de los casos, se limita a ser un simple votante que no siempre busca los intereses de los ciudadanos que SÍ votaron por él de forma directa.
En vez de decir NO a "los pluris" de manera tajante, influenciada y poco razonada, mejor analicemos los perfiles de los candidatos, démosle importancia a las plataformas políticas, busquemos lograr una reforma que obligue a los candidatos a cumplir con sus promesas de campaña y volverlas compromisos, pero lo más importante es aumentar la participación ciudadana, tanto en la incidencia del voto como de manera activa vigilando el actuar de nuestros legisladores.
