Poca capacidad de convocatoria mostró este martes el gobernador del estado José Antonio Gali Fayad en la reunión que sostuvo con presidentes municipales y delegados federales, pues si bien se requirió la presencia de los 217 munícipes, sólo se logró la presencia de 132, en un evento donde todo fue desorganización y muchos optaron por abandonar la reunión ante el cúmulo de oradores y la deficiente logística mostrada por su equipo de trabajo.

El rostro de molestia del secretario General de Gobierno, Diódoro Humberto Carrasco Altamirano, fue el reflejo del evento al que hago referencia: se advirtió absoluta falta de coordinación e incluso de respeto al mandatario estatal.

Desde luego, nada más alejado de aquellos eventos convocados por el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, donde prevalecía la coacción y la obligación de asistir a sus llamados y es que, dicho por sus propios colaboradores, el actual mandatario "debe olvidar su campaña política y asumir su rol de autoridad".

En los próximos días habrá sorpresa en la Secretaría General de Gobierno, pues otro oaxaqueño habrá de sumarse al equipo de trabajo de Diodoro Carrasco Altamirano, por supuesto que se trata de personal de absoluta confianza del otrora secretario de Gobernación federal, es decir vendrá a Puebla un hombre de las líneas de Lorenzo Hernández Ahedo, quien llegará de tierras mezcaleras a la Subsecretaría de Gobierno.

Hernández Ahedo, encargado de la Dirección General de Gobierno en el estado, fue en su momento, secretario de organización del priismo oaxaqueño y titular del Servicio Estatal de Empleo en aquella entidad.

Se trata pues de un personaje que al igual que el futuro subsecretario, se desmarcó del gobierno de Ulises Ruiz y prácticamente creció al amparo de don Diódoro Carrasco Altamirano, por consiguiente con la anuencia del mandatario estatal habrán de llegar a Puebla nuevos agregados culturales.

Con la esperanza de que el intelecto oaxaqueño rinda mejores frutos que el venido de la capital de la República, los poblanos seguirán siendo desplazados y tendrán que mantenerse conformes con lo que ofertan los gobiernos del morenovallismo.

En tanto, el gobernador de la entidad se reorganiza en su efímero encargo, la exprimera dama del estado Martha Erika Alonso Hidalgo inicia su activismo político la próxima semana en Teziutlán, donde se dice se prepara un magno evento a su favor de cara a su precandidatura al gobierno del estado.

Mientras lo que cito en líneas anteriores sucede, el Congreso estructura lo que podría ser una pifia política al pretender realizar señalamientos a la cuenta pública de José Juan Espinosa Torres, munícipe cholulteca que podría encontrar mayor raja política y el tan ansiado foro que pretende en las incongruencias contables que le alistan los diputados locales.

No pretendo anticipar que José Juan Espinosa haya sido una blanca paloma o un dotado de probidad y honradez en San Pedro Cholula, pero sí deben verificar los señores diputados que no puede exigir a éste que aclare una cuenta superior al recurso que se le entregó para ejercer, por tanto que las auditorías deberán tener una estricta cercanía a la técnica contable, ya que el circo político ha dejado de ser la vía idónea para evidenciar la corrupción.

En los pasillos del Tribunal Superior de Justicia, crece el rumor sobre un posible conflicto legal que aqueja a un magistrado recientemente nombrado y que se ubica en el denominado Consejo de la Judicatura, por lo que probablemente para hacer frente a su problema penal tendrá que separarse de su encargo, ello si no pide ayuda a quien lo situó en la magistratura, es decir el actual mandatario estatal, quien por cierto alista la jubilación de dos magistrados más para mediados de año.

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