Araceli Damián y las incongruencias de la “izquierda”

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Pablo SORIANO


Marzo 10, 2017

La señora Araceli Damián es diputada federal por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como Morena. En la Cámara de Diputados preside la Comisión de Seguridad Social. El pasado 20 de febrero, durante la votación en el pleno, en la que se aprobó el proyecto de reformas a las Tablas de valuación de las incapacidades permanentes, la representante de Morena expresó: "La reforma implica que al trabajador ahora sólo se le pagará el 50 por ciento y no el 100 por ciento de su salario cuando enferme por motivos de su trabajo". Y no queriendo ser señalada como cómplice, agregó: "El robo que estos pillos (se refería a los 303 diputados que votaron a favor del proyecto) van a aprobar va en contra de los trabajadores. Están violentando sus derechos y que sea el empresario el que diga qué enfermedades se pueden pagar o no, los hacen juez y parte y van en contra del trabajador" (proceso.com.mx, 21 de febrero). Otros diputados, palabras más, palabras menos, dijeron lo mismo que Araceli Damián.

Estas supuestamente firmes declaraciones fueron pan caliente para los seguidores de Morena, sobre todo en la prensa poblana. Resulta que el día 22, Diario Cambio las relanzó en un artículo cuyo título es más que escandaloso: "Gracias a estos diputados recibirás la mitad de sueldo si te enfermas en el trabajo", y coloca las fotografías de cinco diputados priistas, entre ellos la de la maestra Hersilia Córdova Morán y la de Edith Villa Trujillo, además de cuatro diputados panistas, todos poblanos. De inmediato, como era de esperarse, los blogueros se dieron gusto ofendiendo de todas las formas posibles a los "traidores" y dejando claro que los salvadores de la debacle no son otros que los mismos morenistas.

Pero resulta que la diputada Araceli Damián, seguramente después de haber escuchado a sus asesores, se dio cuenta que su primera opinión era falsa, por eso declaró a la revista Forbes que "las recientes reformas aprobadas por la Cámara de Diputados no reducirán el 50 por ciento el salario del trabajador que se enferme por causas laborales". Agregó que "su posicionamiento no fue leído correctamente", etc. Ni qué decir que ni el reportero Luis García ni el periódico Cambio consideraron el pequeño detalle de retractarse, como debería ser. Queda claro que su propósito era simplemente meter cizaña contra los diputados priistas y panistas, para favorecer al partido Morena.

Aunque podríamos discutir la poca moral de algunos diputados y de los medios de comunicación, aquí queremos abordar otro tema de más trascendencia, esto es, el supuesto afán justiciero a favor de los obreros que nos quiere vender la diputada Araceli Damián y otros de su partido, así como del PRD, por ejemplo Julio Saldaña, quien hace ver, como lo vienen haciendo los perredistas desde diciembre, antes del gasolinazo, que en el año 2012 los "pobres perredistas" fueron chamaqueados por el gobierno de Enrique Peña Nieto, por eso aprobaron las reformas estructurales.

¿De verdad quieren defender los derechos de los trabajadores? ¡Parece que ya olvidaron que la Reforma Laboral aprobada en el 2012, votada a favor por los mismos diputados de "izquierda", fue vencido el viejo sindicalismo! Y ni Araceli Damián ni otros dirigentes, antes en el PRD y ahora en Morena, pudieron salvar a ese sindicalismo de su derrota. Ese año se quitaron las máscaras tanto los supuestos dirigentes sindicales como el gobierno y los patrones. En el año 2012 surgieron nuevas reglas del juego mediante los cuales se otorgó a los patrones todo el poder sobre los trabajadores.

Dicho en términos marxistas: en la lucha de clases, la burguesía venció al proletariado. ¿Qué hicieron entonces Araceli Damián y seguidores? Y conste que en el historial político de la señora diputada se dice que es una vieja militante del poderoso sindicato de profesores-investigadores del Colegio de México, parte de la crema y nata del sindicalismo porque ahí están los hombres y las mujeres mejor preparados de México. ¡No hicieron nada! Lo que tenían que hacer debería haberse hecho hace cinco años. No hicieron nada porque a los trabajadores sus sedicentes líderes, como pretende serlo Araceli Damián, nunca los han educado para entender los problemas gremiales en el capitalismo como lo que son: una lucha de clases, no una lucha de sindicatos fragmentados.

Por eso suenan ridículas y falsas las acusaciones sobre que priistas y panistas "están violentando los derechos de los trabajadores". Pero si en los hechos, ¿qué derechos verdaderos tienen los trabajadores? ¡Todo está en el papel! ¡Los patrones mantienen un control brutal sobre sus trabajadores, mantienen a raya a los rebeldes, tienen comiendo de su mano a los supuestos líderes sindicales y a los derechos de los trabajadores se los pasan por el arco del triunfo! Todo avalado desde el año 2012 por muchos de quienes ahora culpan a los priistas y panistas.

Los gritos de supuesta indignación de Morena sólo sirven, y sus líderes lo saben muy bien, para ganar votos y alcanzar sus sueños de poder político. Nada más. Lo que necesitan los trabajadores es una nueva dirigencia sindical, una que no los use como carne de cañón para ganar cargos políticos o que los mantenga esperanzados con migajas económicas. Se trata, como ya se dijo, de educar a la clase oprimida haciéndole comprender que vive en una lucha de clases, y que la única alternativa para mejorar en serio sus condiciones de existencia, no es el simple voto contra los "partidos traidores", sino la educación política que los eleve, de simples buscadores de más salario, a clase organizada dispuesta a ganarle el poder político a los explotadores.

¡Esa es la lucha que Antorcha se ha echado a la espalda, y que desde hace 43 años desarrolla sistemáticamente! Pero los más encarnizados enemigos de esta lucha son los perredistas y morenistas que se autocalifican de izquierda. ¡Qué incongruencia!

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