Martes 14 de Marzo de 2017

Pasada la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, los discursos y eventos púbicos que en su mayoría suelen coincidir en la necesidad de empoderar a las mujeres o de erradicar la falta de equidad, se guardan, para volver a formar parte de la siguiente agenda anual; sin embargo, las acciones –no las palabras- deben estar presentes en cada día, en todos los sectores sociales.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), reconoce la brecha salarial de género "como la diferencia entre la media de ingresos entre hombres y mujeres con relación a la media de ingresos de los hombres", es decir, la diferencia real entre el sueldo o remuneración que obtiene una mujer respecto de un hombre. Considerando datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es más probable que estemos sobrerrepresentadas en ocupaciones y trabajos que son menos remunerados, es decir, se ocupen menores posiciones en espacios de toma de decisiones. Si bien, existen ejemplos de mujeres que desempeñan funciones en el sector privado y púbico al mismo nivel que un hombre, accediendo a los mismos recursos, la realidad es que la brecha subsiste, lo que condiciona que en lo futuro las disparidades de género se reflejen en el pago de pensiones y acceso a seguridad social.

Este año, los discursos a nivel internacional se centraron en la disparidad laboral y las brechas de los ingresos entre hombres y mujeres. No es para menos, cuando los estudios nacionales e internacionales identifican la necesidad de impulsar acciones concretas para combatir este problema. En 2016 el Informe Global Sobre la Brecha de Género, del Foro Económico Mundial indica puntualmente las brechas salariales –y en otros temas- de las mujeres considerando su edad y país. Así una mujer con estudios de al menos nivel licenciatura, con 36 años en México, tiene la posibilidad de un sueldo de hasta $11,277.17, mientras que un hombre en mismas condiciones podría acceder hasta un salario de $23,414.79. Si las condiciones se mantienen igual, a esa mujer le tomarán 169 años superar la brecha económica que la ubica en disparidad, situación que lograría a la edad de 206 años. 

Islandia se torna noticia internacional, justo en la conmemoración de este 2017, por aprobar una ley que exige a las compañías demostrar que efectivamente remuneran a sus trabajadores sin discriminar en razón de sexo, etnia o nacionalidad; con esto generan acciones jurídicas decisivas para convertirse en el primer país del mundo que promueve por ley, pagar sueldos igualitarios. En México, la legislación laboral requiere de una puntual revisión, no sólo en lo relativo a las brechas de género, pues aún están pendientes políticas públicas en torno al déficit laboral, pobreza laboral, trabajo para jóvenes, uso excesivo de outsourcing, entre otros.

Por otro lado, si bien existen una serie de programas implementados en toda la administración pública Federal, con base en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, por mandato de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, por la denominada "transversalidad" de las obras, acciones y servicios vinculados con la promoción de "Igualdad entre Mujeres y Hombres" entre otros programas que comparten el impacto en la totalidad de la administración pública, tal vez la cantidad asignada, que asciende a 27,424 millones de pesos, no sea suficiente para mejorar la percepción de que en México, las brechas por razón de género algún día se terminarán.

Ya sea que se trate de mujeres que trabajen en empresas privadas o en el sector público, vale la pena identificar que existe la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) que determina acciones afirmativas para alcanzar equidad con competencia en ambos sectores, así como para conocer sobre denuncias ante cualquier acto, omisión, o práctica social discriminatoria; el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva; la Comisión Nacional de Derechos Humanos para conocer sobre cualquier queja en la materia; así como el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), que entre sus programas promueve el de apoyo económico PROEQUIDAD, contando también con la atribución de identificar las políticas públicas que en lo específico debieran aplicar en la totalidad de la administración pública federal, para justificar la erogación de los 27,424 millones de pesos asignados para este ejercicio fiscal.

La realidad a la que nos enfrentamos las mujeres, es que de conservarse las mismas condiciones, condenamos al menos tres generaciones de mexicanas a no alcanzar equidad de trato ni superar las brechas de género, al menos que lograran vivir más de 169 años para notar la diferencia.

*Académica e Investigadora

@npimente