Retos en seguridad alimentaria para el municipio de Puebla

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El municipio de Puebla ha sido muy exitoso en el combate a la marginación, tiene el menor índice a nivel estatal. Sin embargo, aún le quedan algunos retos respecto al desarrollo social, a saber (Pemex, 2015):

Porcentaje alto de población con carencia alimentaria. De cada mil habitantes, 336 presentan carencia alimentaria.

Una densidad elevada de población por unidad médica. Se tiene una densidad de 13 mil 873 personas por unidad médica.

Un alto número de estudiantes de educación básica por plantel. En promedio cada plantel atiende a 153 alumnos de educación básica.

En el presente artículo desarrollamos algunas consideraciones respecto al primer reto. La carencia alimentaria es un indicador contenido en las medidas multidimensionales de la pobreza. Es un derecho fundamental de las personas el poder tener acceso a alimentación saludable y suficiente que le permita realizar todas sus actividades diarias para el logro de sus metas. La metodología propuesta por el Coneval para medir la seguridad alimentaria presenta cuatro dimensiones dependiendo del número de afirmaciones que declare un hogar sobre planteamientos en torno a la falta de alimentos, los cambios en la calidad y cantidad de estos, pero sobre todo las experiencias de hambre (Coneval, 2009). En total son 12 planteamientos, de los cuales se desprende la inseguridad (alimentaria) severa si se presentan de 5-6 afirmaciones, inseguridad moderada si se presentan de 3-4 afirmaciones, inseguridad alimentaria leve si se presentan 1-2 afirmaciones. Si no se contesta afirmativamente a ninguno de los 12 planteamientos se dice que el hogar presenta seguridad alimentaria.

De acuerdo al Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2016 de la Sedesol (Sedesol, 2016), en el municipio de Puebla el 15.7 por ciento de los habitantes presentan algún grado de carencia alimentaria (de acuerdo a la metodología Coneval). De ese segmento de población, un 15.3 por ciento presentan inseguridad alimentaria leve, 8.3 por ciento inseguridad alimentaria moderada y un 7.5 por ciento presentaron inseguridad alimentaria severa. Estos últimos dos grupos presenta varias de las siguientes situaciones, a) No tiene variedad de alimentos, es decir diariamente consumen el mismo patrón de dieta, b) No hace alguna de las tres dietas, c) consume menos alimento del necesario, d) no hace ninguna comida al día, o e) no comió a pesar de tener hambre; todo lo anterior debido a la falta de recursos; no contempla a aquellos que presentan estos hábitos alimenticios por regímenes deportivos o por actividades laborales intensivas que les impide tomarse el tiempo para comer.

Para atender esta problemática se debe de diferenciar en dos condiciones. Las personas catalogadas con carencia alimentaria que tienen la capacidad física e intelectual para poder trabajar; a este grupo de personas se les debe de apoyar para capacitarse en habilidades técnicas y encontrar un empleo remunerable que revierta la carencia.

La segunda condición que se debe tomar en cuenta es aquella en la que en la familia existe uno o más miembros con alguna discapacidad física o mental, quienes evidentemente deben de recibir apoyo asistencial por parte del gobierno. Este grupo de personas deben de recibir un trato diferenciado, mediante múltiples programas de asistencia gubernamental para apoyar sus necesidades de trasportación, alimentación, servicio de salud y rehabilitación. No es suficiente con establecer comedores comunitarios si no se apoya a personas con discapacidad que se encuentran lejos de los comedores ya que los costos de traslado pueden ser desalientos para acudir a dichos comedores.

*Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey en Puebla

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Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad del autor y no reflejan el ideario del Tecnológico de Monterrey en Puebla.

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