Las Micro, Pequeñas y Medianas empresas, son de gran importancia para la economía de cualquier país. Cabe mencionar que su antecedente principal se encuentra en la Segunda Guerra Mundial, cuando se destruyen la mayor parte de las empresas de Europa, por lo que para poder recuperarse rápidamente, se crean las pequeñas y medianas empresas (PYMES).

Estas PYMES, son consideradas como una Unidad Económica de Producción, las cuales persiguen obtener un beneficio, al producir y comercializar sus productos y prestando sus servicios a través de la organización y coordinación de diversos factores como el capital y el trabajo.

En México, surge la figura de MIPYMES, como acrónimo de Micro, Pequeña y Mediana Empresa, considerándose como elemento fundamental para el desarrollo económico del país, tanto por su contribución al empleo, como por su aportación al Producto Interno Bruto.

Las Micro, Pequeñas y Medianas empresas se caracterizan por ser diferentes a las grandes empresas, especialmente porque están compuestas por una cantidad limitada de trabajadores y cuentan con un presupuesto mucho más reducido, por lo que reciben y requieren cierta asistencia no sólo de sus gobiernos, sino de instituciones privadas interesadas en la mejora de este sector empresarial.

Dado lo anterior, las Mipymes, se consideran vulnerables, por lo que los dueños buscan fortalecer sus debilidades, aprovechando las diversas oportunidades que les ofrecen los programas gubernamentales o privados.

De acuerdo con los datos que Inegi proporciona en el último censo económico de 2014, los establecimientos dedicados a estas actividades representan el 98.6 por ciento del total de las unidades económicas del Sector privado y paraestatal del país, existiendo un poco más de 4 millones de micro, pequeñas y medianas empresas, clasificadas en los sectores de manufacturas, comercio y servicios.

Según la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce) 2015, el 97.6 por ciento son microempresas, le siguen las empresas pequeñas con un 2 por ciento y por último, las medianas que representan el 0.4 por ciento de las unidades económicas.

A pesar de que existen diversos programas de Promoción y apoyo para emprender un negocio, existiendo incluso la Ley para el Desarrollo de la competitividad para las Mipymes, se observa que una vez que estas empresas se ponen en marcha, no encuentran la forma de posicionar su marca y/o sus productos o servicios, ni la forma de incrementar sus ventas.

Como lo menciona el Enaproce, existe el Instituto Nacional del Emprendedor quien pone a disposición una Red de apoyo al emprendedor, sin embargo, si el microempresario no la conoce, esta aplicación no genera el impacto esperado para los usuarios.

Esta situación se refleja en el promedio de vida de las Mipymes, que como lo menciona el Inegi, la mayoría sólo alcanza los 2 años, comprobando así, la estrecha relación entre la importancia de las Mipymes en México y la necesidad de crear un modelo que ayude a fortalecer su competitividad para disminuir la incidencia de su cierre o desaparición.

Por esta situación, se considera de vital importancia proponer, desarrollar y ejecutar acciones que permitan no sólo la creación de Mipymes, sino lograr que su promedio de vida aumente, a través del seguimiento de su actividad, apoyando su crecimiento y consolidación con diversas estrategias que permitan revertir las estadísticas mencionadas y generar un impacto económico positivo en México, pero sobre todo, que sean estrategias a bajo costo.

Para esto se considera que generar acciones como el Networking, puede ayudar a la efectiva competitividad de las Mipymes, ya sea por regiones económicas, estados o municipios, pues en cada uno, las características del mercado, comportamiento del consumidor y las costumbres mercantiles pueden cambiar.

El Networking, es una figura proveniente de la lengua inglesa y tiene como traducción "Red de Trabajo". Algunos estudiosos del tema, lo definen como la Creación de Redes de Contacto, que ayudan al emprendedor a la creación o consolidación de su negocio.

Esta figura puede adoptar diversos formatos, encontrando entre los más comunes las reuniones periódicas, en las que se convoca a público en general y/o a grupos cerrados por giro comercial; con el objetivo de ampliar la red de contactos profesionales, quienes pueden jugar diversos papeles como querer ser socios, inversionistas o clientes. Así también, pueden asistir incubadoras y aceleradoras de empresas, firmas de consultoría y todos los interesados en hacer negocios.

Con esto se busca dar a conocer el producto o servicio a otros mercados que puedan incluso recomendar las marcas, productos o servicios, a otros clientes, para aumentar la competitividad de un negocio y promoverse a través de otras empresas, generando un aumento de las ventas y consolidando las relaciones comerciales ya existentes.

Si esta estrategia comercial se sigue de acuerdo a los consejos de expertos, puede dar ciertos beneficios como son:

• Fortalecer las relaciones entre empresas con productos o servicios que pueden ser incluso complementarios.
• Facilitar la búsqueda de proveedores.
• Conocer nuevas formas de financiamiento.
• Tener ventajas en cuanto a la publicidad, reduciendo los costos en este rubro.

En la actualidad, el Networking es una estrategia que puede ser la gran respuesta a la necesidad de consolidación y crecimiento de las Mipymes, aumentando sus probabilidades de vida, ya que además de que impulsa el crecimiento de las empresas, también fortalece su competitividad.

*Profesor de cátedra de ITESM CCV

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