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Del delito y los huachicoleros

El gobierno a través de los distintos grupos policiales que existen se enfoca principalmente en la represión del delito

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La teoría del delito como una construcción jurídica, se ocupa de definir en qué casos la conducta o los hechos llevados a cabo por una persona se encuadran dentro de la definición que el legislador preceptuó como "delito" y las penas que le corresponden por haber realizado esa conducta.

Sin embargo, no se ocupa del ¿por qué? Las causas son muchas: corrupción, impunidad, crisis económica, marginalidad, desigualdad, pobreza, poca presencia policial, ignorancia, etc. Pero poco se hace para ocuparnos de esas causas, todas ellas igual de importantes.

Desafortunadamente el gobierno a través de los distintos grupos policiales que existen se enfoca principalmente en la represión del delito, poco a la prevención. La educación cívica en todos los niveles resulta un imperativo preventivo de estas conductas ilícitas tanto en los gobernados como en el gobierno.

Aunado a los delitos que se consideran delincuencia organizada, ahora un nuevo delito está causando graves disturbios sociales en varios estados del país, Puebla uno de los principales: los huachicoleros.

El gobierno ha dicho de forma pomposa y enérgica, que se castigará con todo el peso de la ley a este nuevo grupo de delincuentes que de manera gregaria o familiar se organizan para la ordeña ilegal del combustible. No hay ninguna explicación y nada se dice del ¿cómo llegamos ahí?, del ¿por qué está ocurriendo esto?

Por un lado tenemos a los delincuentes que lo hacen y por otro lado a los consumidores que les resulta "mucho más económico" comprarles el combustible, pero total, el precio de la gasolina ya es libre ¿no?, sólo que las posibilidades de que estos delincuentes pongan una gasolinera son lejanas, ¿también se castigará a los consumidores?

El narcotráfico o los delitos contra la salud son actividades económicas redituables, también la trata de personas, pues ahora también la extracción ilegal de la gasolina.

Sin ningún tipo de educación, de oportunidad laboral o productiva, de valores sociales, con mucha hambre y viendo todos los días la desigualad que impera por doquier, la corrupción y el enriquecimiento dentro del sector público que se exhibe impúdicamente en las redes sociales, la inserción a la delincuencia es muy fácil.

¿Quiénes son más delincuentes? ¿Qué se hará? Aplicar todo el peso de la ley y ¿seguir hacinando delincuentes en los centros de readaptación?, que dicho sea de paso, lo que menos hacen es readaptar.

¿No nos dice nada el que sean familias completas las que se involucran en este delito? ¿Somos tan insensibles de no ver lo que está pasando en México? ¿Se va a seguir orillando a la población a la delincuencia?

preyna@itesm.mx

*Las opiniones vertidas en este escrito son exclusivas del autor, no representan la posición del ITESM

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