La ciudad de Puebla lleva oficialmente el nombre de Cuatro Veces Heroica Puebla de Zaragoza porque en decisión de Congreso del Estado, hubo cuatro acontecimientos que le dan esa tetra heroicidad a saber: la Batalla del 5 de Mayo de 1862, el Sitio de Puebla en 1863, la Toma de Puebla el 2 de Abril de 1867 y el 18 de Noviembre de 1910, esto último considerado el inicio de la revolución maderista y la muerte de los hermanos Serdán.

Antes de eso se llamaba oficialmente Puebla de Zaragoza (desde los tiempos de Benito Juárez), pero el nombre original dado por los conquistadores españoles y los evangelizadores fue el de La Puebla de los Ángeles y dedicada a la advocación del Arcángel San Miguel, su Santo Patrono.

Del 5 de Mayo, que se festeja como ningún otro hecho de armas, debe reconocerse que no fue una batalla decisiva, sino uno de los primeros encuentros entre un regimiento expedicionario del ejército francés y tropas mexicanas en un país dividido política e ideológicamente. Poco se dice y menos se sabe que después de esa batalla, Ignacio Zaragoza se acuarteló en la ciudad y que de sus habitantes esperaba apoyo económico para alimentos, parque y avituallamiento en general de sus tropas. No lo obtuvo, como tampoco lo obtenía de las escasas aportaciones del gobierno juarista, que aunque llenaba de elogios al General en Jefe del Ejército de Oriente, carecía de recursos para enfrentar nuevamente a los franceses que ya preparaban el asalto a la ciudad.

Apenas 4 días después de la batalla, Ignacio Zaragoza redactó y dirigió esta tremenda carta:

"Puebla, 9 de mayo de 1862

Excelentísimo señor Ministro de la Guerra: El enemigo pernoctó en Amozoc y aún a las siete de la mañana estaba allí.

Nuestra caballería los hostiliza constantemente. En cuanto al dinero nada se puede sacar aquí porque esta gente es mala en lo general y sobre todo muy indolente y egoísta, sin embargo, acabo de mandar ver al señor Cabrera.

Hoy no he podido completar ni para un día de socorro económico que importa $3,700 porque sólo tiene la comisaría $3,300. La fuerza está sin socorro desde el día 5 y casi sin rancho.

Qué bueno sería quemar Puebla.

Está de luto por el acontecimiento del día 5. Esto es triste decirlo, pero es una realidad lamentable.

Estoy preparando mi marcha sobre el enemigo, pero acaso no lo podré verificar oportunamente por falta de recursos. I. Zaragoza." (Benito Juárez – Documentos, discursos y correspondencia, tomo 6).

En efecto, Zaragoza ya no pudo acosar al enemigo y meses después moriría de tifo en la ciudad que deseó incendiar y a cuyos habitantes despreciaba. Finalmente Puebla sucumbió como todo el país, hasta que, 5 años después el 2 de abril de 1867, la ciudad fue rescatada por el general Porfirio Díaz, a quien poco se le reconoce ese grandioso hecho y que además fue también el más bizarro de sus generales (así lo dijo de Zaragoza en el parte oficial de la batalla) en el 5 de mayo.

Como se sabe, en 1976, Luis Echeverría dispuso que los restos de Zaragoza se trasladaran a Puebla y sobre ello dijo el historiador potosino Jesús Silva Herzog: "Si él (Zaragoza) hubiera vivido, su protesta por el desacato hubiera estado cargada de indignación." (De la historia de México 1810-1938, Siglo XXI).

La ciudad de Puebla y sus habitantes, con gran nobleza, rinden homenajes siempre al personaje que deseo su cremación. ¿Es correcto que lleve su nombre o debe hacerse justicia histórica?

Post scriptum. Puebla está padeciendo hoy en día una abierta guerra contra el Estado Mexicano: el robo de combustible en ductos de Pemex. Los huachicoleros desafían a las instituciones y el gobierno federal no actúa por temor a los defensores de los derechos humanos, que sin duda se pondrán a favor de los delincuentes.

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