En Tlaxcala no saben gobernar; la FNERRR no claudicará en su lucha

En Tlaxcala no saben gobernar; la FNERRR no claudicará en su lucha

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Ayer marcharon cinco mil estudiantes en la ciudad de Tlaxcala exigiendo solución a sus demandas: el reconocimiento oficial de tres escuelas de Educación Media Superior y que el Gobierno del Estado libere 22.5 millones de pesos para la construcción de una Casa del Estudiante en la capital, recurso que le fue entregado desde finales de diciembre del año pasado por la Secretaría de Hacienda federal para ese fin en concreto.

La FNERRR a nivel nacional se ha solidarizado con los estudiantes tlaxcaltecas y les han manifestado su apoyo; por ello, asistieron a la marcha estudiantes de Guerrero, Puebla, Estado de México, Veracruz y de la Ciudad de México, además, obviamente, de los de Tlaxcala.

Manuel Camacho Higareda, secretario de Educación; Anabel Alvarado Varela, secretaria de Gobierno; y el gobernador Marco Antonio Mena, han ignorado las necesidades estudiantiles desde el inicio de su gestión, a pesar de que con insistencia pedimos respetuosamente un diálogo con ellos. Los jóvenes de la FNERRR llevan casi tres meses plantados frente al Palacio de Gobierno, obteniendo como única respuesta que sus demandas "no se apegan a la ley" y que "no se sabe dónde quedó el recurso etiquetado por el Gobierno Federal". Ante esto, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios "Rafael Ramírez" ha decidido alzar la voz.

El día de ayer, en Tlaxcala se vio el espíritu de entrega de un nutrido grupo de estudiantes que rechazan la situación educativa en Tlaxcala, pues según datos del INEGI, de cada 100 personas, sólo 43 concluyeron la educación básica, 78 no terminan la licenciatura y el grado de escolaridad en el estado es de 9.2 años, lo que significa un poco más de la secundaria concluida.

¿Cómo no alarmarnos ante estos resultados? No se trata de un alarde vano, ni de caprichos. Estamos actuando de acuerdo a este contexto social y político ya insostenible. La necesidad obliga a no traicionar nuestra esencia humana, a nuestra realización íntegra como individuos. Y no sólo a eso, sino a exigir que las autoridades cumplan con su responsabilidad: brindar una mejor calidad de vida a la población que les dio un voto de confianza. Y que cumplan con la Ley, porque la educación es un derecho establecido por la Constitución Mexicana. De donde es fácil concluir que un gobierno que no apoya la educación de calidad para todos sus gobernados es un gobierno que está violando la ley.

Pero parece que a Marco Antonio Mena se le olvidó que uno de los ejes de su política era elevar la calidad educativa, según sus promesas en campaña.

Las movilizaciones en su contra son una prueba de su fracaso como mandatario estatal, que no ha querido o no ha sabido crear las condiciones mínimas para que Tlaxcala avance; que en lugar de brindar solución a estudiantes humildes, evade su responsabilidad, con estrategias muy poco lúcidas -hay que decirlo-: contratando escritores que calumnian al movimiento estudiantil, tal es el caso de Alfredo González, investigador súper especializado en el último grito de la moda en calzado y automóviles, que en el "muy conocido" portal gentetlx.com.mx hizo un informe detallado del calzado de los manifestantes y de la camioneta que trasladó el sonido. (¿De verdad analizó los tenis de más de 5 mil manifestantes? ¡Qué capacidad! ¡Ojalá tuviera la misma capacidad argumentativa! Te prometemos, Alfredo, que en la siguiente manifestación usaremos huaraches y llevaremos el sonido en una carretilla).

En fin, terminemos. Las manifestaciones contra la gubernatura tlaxcalteca no cesarán hasta que haya soluciones concretas. Los fenerianos han demostrado una inquebrantable rectitud y pureza de miras, y la población es testigo de ello. ¡Mantendremos nuestra actitud férrea, nuestra mutua solidaridad, el espíritu firme, resuelto, a campo abierto! ¡Nuestra lucha es una honra noble y no se detendrá, porque no traicionaremos nuestro futuro!

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