Nos volvemos a escuchar, Twin Peaks

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Diana Gómez


Mayo 28, 2017

Twin Peaks es la única serie de televisión que pudo detener su precioso terror por 25 años, planeando cuadro por cuadro su regreso y labrando sus mensajes ocultos entre gritos y colores rojizos. Este es el futuro, David Lynch ha regresado a nuestras vidas y lo ha hecho fenomenal, acompañado de una vieja y fiel amante, la música.

Uno de sus personajes en 1991 afirmaba: "siento como si tuviera el más hermoso sueño y la más terrible pesadilla al mismo tiempo". La línea correspondía a una muerte y un enamoramiento intenso, por cierto, también era totalmente prohibido porque a Lynch le encantan los deseos reprimidos. Los capítulos siguientes tenían como común denominador una desesperación terrible y una locura bellísima.

Así se sentía el oscuro y dramático bosque creado por Lynch y Mark Frost en 1990, pero la tercera pieza de estas alucinaciones fue Angelo Badalamenti, de quien ya hemos escrito en esta columna, pero que bien vale la pena recordar.

Tanto Lynch como Angelo se ajustaron para tallar el soundtrack de la serie, crearon la música del baile de Audrey en una cafetería, confesando el amor que le tenía al agente Cooper, y como este último era un fiel devoto de las calientes tazas de café. El relato estaba acompañado de un vaivén delicioso, por demás hipnotizador, con moléculas sensuales que explotaban perturbadoramente.

La marcha musical se componía principalmente del piano, acompañado de saxofones y algunos delays ochenteros. Los cambios abruptos sonoros eran un bien necesario, estaban perfectamente aderezados y confeccionados en sus tiempos. Tal como una buena edición de video.

Después de que la maravilla funcionara, Lynch empacó a Angelo en esta máquina del tiempo, y por supuesto está de regreso en la tercera temporada. No hace falta preguntarnos si esta vez el romance de director-músico funcionará, porque de hecho fueron ambos personajes quienes crearon esta regla en la televisión, así que en efecto, la ecuación se cumple.

También hay sorpresas y nombres conocidos musicalmente en esta última temporada, como el dream pop de Au Revoir Simone de Brooklyn, o las atractivas guitarras de The Cactus Blossoms. Si los juntamos terminan siendo un soundtrack muy aceptable y plausible.

Del otro lado también se encuentra Chromatics con Shadow, una canción que lanzaron en 2015; sin embargo, en estos meses la han acomodado en la sala surrealista de Twin Peaks. Es una canción que se acopla con la magia y las figuras geométricas de la serie.

Twin Peaks para principiantes

Si todavía no han visto nada sobre Twin Peaks y quieren introducirse a este magnético sueño, no comiencen por los capítulos que ya están en Netflix, pues aunque la secuencia no es estricta, ante el paso de los años, será imposible entender los simbolismos.

Lo correcto es comenzar con las dos primeras temporadas y continuar con la secuela, Twin Peaks: Fire Walk with Me, una película con grandes cameos como el del mismo David Bowie.

Finalmente, podrán entender el nuevo mundo sonoro y visual de Lynch en este 2017, que ya no llena las extintas televisiones, pero sí nuestro Internet. Con esta serie hay un universo desgarrador y amoroso, que sólo puede contarse con la belleza de la música y la locura oculta de sus directores.

@dianaegomez

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