Los discos alrededor del Sargento Pimienta

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Diana Gómez


Junio 04, 2017

El mundo cumplió 50 años de tener el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles, una pieza artística que podría explicarse en varios tomos. Es increíble la extensión y el espectro que ocupa este trabajo discográfico en nuestro mundo musical, con todo y sus respectivas leyendas en sus piezas. Ni hablar de esa portada icónica y de la producción.

Dentro de este hecho histórico se desprenden dos relatos importantes que nos hacen navegar por otras olas musicales: el primero corresponde a Beach Boys y su Pet Sounds. Si este disco no hubiera existido, simplemente el Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band nunca se hubiera elaborado, eso dijo sin titubeos en los sesenta, el productor del cuarteto de Liverpool, George Martin, también considerado el quinto Beatle.

El Pet Sounds tenía arreglos con una maravillosa orquesta y hasta con ladridos de perros, también se apuntaban improvisados instrumentos hechos de lata y plástico. El resultado no fue exactamente un trabajo experimental, sino un clásico inmejorable.

Paul McCartney lo refirió cuantas veces pudo: "nadie puede tener una educación musical si no ha escuchado este álbum". La sensatez, persistencia y lucidez de Brian Willson, hicieron que el disco fuera una leyenda y que los arreglos llegarán a construir un pop barroco que se estacionaría por décadas en nuestros días.

El productor, Phil Spector, también aportó a esta construcción de discos emblemáticos. Con el Pet Sounds aplicó la técnica Wall of Sound, mediante la cual mezclaba instrumentos para dibujar una capa inmensa de sonido; como si estuviéramos en una bella burbuja evitando por completo el silencio.

Por cierto, el Wall of Sound se sigue utilizando por un gran número de bandas, ahí desfilan Grizzly Bear y Primal Scream, este último con otro álbum hecho leyenda, el lisérgico y bello Screamadelica.

La otra historia que nos liga a los festejos del Sargento Pimienta es sin duda el lanzamiento del duque blanco, David Bowie, quien en ese entonces sólo era un tipo que desafortunadamente presentó su debut incomprendido el mismo día que los Beatles lo hicieron con Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band.

La situación le costó un fracasado en su primer contrato discográfico. Este pasaje de David Bowie es memorable, era nadie porque The Beatles eran absolutamente todo. Sin embargo, su álbum debut no es para nada un mal trabajo, es una pequeña herramienta que abriría las puertas de un universo maravilloso.

Canciones como There is a happy land y Silly Boy Blue destacaron en su primer trabajo. Son piezas que asomaban la grandiosidad de un hombre que también coqueteaba con las artes escénicas.

El álbum debut es de los más tranquilos y sencillos del Duque Blanco; sin embargo, es una joya que nos transporta a un sendero de nostalgia y una sensación rasposa pero deliciosa en los oídos.

Años más tarde, David Bowie, comenzaría a utilizar el escenario como un teatro y las historias cobrarían vida en cada personaje y alter ego que creaba con una destreza feroz. Colocándose en una trinchera muy lejana a The Beatles y cualquier otra leyenda musical.

Estos días son de recordar grandes discos, de obtenerlos y descifrarlos. De escucharlos por primera vez o sentirlos nuevamente como si se tratara de una novedad. Se vale recordar estos trabajos para entender lo que sucede ahora en la música.

@dianaegomez

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