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¿A qué suena Master of None?

Master of None suena a la vida misma, pero con un delicado sentido del humor

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Master of None es la serie que tienes que ver cuando no le entiendes a la vida, su forma tan sencilla de abordar problemas y de extenderlos como planos para analizarlos, cuestionarlos y lanzarlos al aire es tan acertada que no quieres que se acabe jamás. Su soundtrack es una deliciosa y elegante cereza que cierra estas historias genuinas.

Aziz Ansari lanzó el proyecto en 2015, él mismo es el protagonista de esta serie que se desarrolla en New York, donde le da vida a Dev, un actor de treinta y tantos años, quien se hace las preguntas frecuentes sobre los días de esta década, con una pisca de romanticismo otorgada por la música.

Los temas no siempre son cotidianos, se acecha también la igualdad de género, el machismo en el primer mundo, el acoso, la homosexualidad y sobre todo el racismo. Aziz encontró las herramientas para tratar estos tópicos sin exagerar ni salirse de contexto, esto hace que Master of None sea enorme.

La temporada uno tuvo un soundtrack con bandas como The Slits para hablar sobre feminismo, Beach House para la melancolía y algo de Father John Misty para el racismo, pero estos últimos capítulos coinciden por un exquisito jazz, Ennio Morricone y mucha música negra.

Suena Only God Can Judge Me de 2Pac mientras uno de los personajes -en su niñez- decide sobre su orientación sexual, esos sonidos se quedarán en su cabeza, al igual que los de otro estandarte de la música, D´Angelo. Esta atmósfera de jazz y música negra serán el camino para entender el perfil psicológico de los personajes, todos están para disfrutarse.

Los detalles de producción son uniformes en la serie, el idioma musical está excelentemente acomodado en Master Of None, y gracias a ello podemos disfrutar de cada toma y de su apariencia sonora que nos explica otras situaciones. Esta serie también nos lleva a contar muchas historias musicales y cinéfilas.

Ennio Morricone aparece en esta segunda temporada y lo hace para expresar y platicarnos de nuevos amores, de esperanzas y por supuesto de la infancia. No podría existir Italia sin este compositor, y tratándose de una comedia romántica, el cliché es más que perfecto.

Hay una bellísima referencia cinematográfica: Ladrón de Bicicletas. Para que la emulación sea posible, la producción cambia sus tintes a blanco y negro, dándonos una atmosfera clásica sobre la Italia lejana.

A propósito de los capítulos, Aziz tuvo la gran idea de que algunos de ellos simplemente hablaran sobre problemas sociales en un lugar lleno de consumismo como New York, sin introducir la vida de Dev y sus amigos. Esto la vuelve una serie incluyente, paradójicamente sonorizada con Kraftwerk y David Bowie.

Master of None suena a la vida misma, pero con un delicado sentido del humor; contiene una preciosa historia musical que nos hace querer más fuerte a esta época. La segunda temporada es una gran bocanada de sonidos.

Les aseguro que después de verla, tendrán muchísimas ganas de apegarse a todas las canciones del soundtrack, mientras preparan pasta o planean su próximo viaje.

@dianaegomez

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