Comité anticorrupción, más de lo mismo

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Con bombo y platillos se anunciará que Puebla tiene un Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción, el cual será electo por una Comisión del Congreso del Estado; es decir, prácticamente una comisión morenovallista hará valer sus interés seleccionando una nueva estructura burocrática con cargo a los poblanos.

Más de lo mismo, eso es lo que veremos. Se trata de que en un Estado de derecho se justifique el cumplimiento de una norma más creada para simular.

Grave resulta que diversas instrucciones de educación superior privadas y públicas se presten a un simulacro anticorrupción que generara un gasto adicional en el bolsillo de una sufrida ciudadanía que hoy más que nunca preferiría que se solucionara la problemática de servicios públicos, como agua, luz drenaje y pavimentación en el círculo de miseria que encierra la capital poblana.

De manera parcialmente acertada el rector de la Universidad Ibero, campus Puebla, destaca que los ungidos para formar el comité deben ser sujetos con amplia preparación, un historial intachable y compromiso de bienestar social. Un requisito indispensable en la misión de combate a la corrupción lo es la imparcialidad, de la cual adolecen tanto los que seleccionan como los prospectos a seleccionar.

Quienes acudieron al llamado realizado en previa convocatoria del Congreso para intentar formar parte del comité, representan interés de grupo: no se trata de ciudadanos cansados del actuar indebido en diversos órganos de gobierno ni de las prácticas corruptas realizadas en su obligado quehacer por los servidores públicos de la entidad.

Hace aproximadamente un año que Puebla tiene un fiscal anticorrupción que tampoco fue producto de una depurada insaculación al seno de la abogacía poblana, se trata de un personaje que vive de una jugosa dieta sin mostrar a la fecha resultado alguno. En el mismo contexto que cito en líneas anteriores, Puebla tiene una Fiscalía Especializada en Delitos cometidos por Servidores Públicos, de la cual tampoco hay resultados.

El gobierno del estado tiene una Contraloría General y el Congreso un órgano de Fiscalización, la pregunta es, amable lector, ¿cuál es el resultado que usted ha observado de estas dependencias?

Concluyo que no se trata simplemente de pretender simular combatir a la corrupción, se trata de implementar una cultura con ética y valores que debe iniciar cultivándose desde los primeros grados de educación. Corresponde urgentemente a las universidades públicas y privadas implementar una cátedra directamente encaminada a fomentar la ética en el futuro profesionista y desde luego, los órganos de gobierno existentes y cuya función es el combate a la corrupción deben mostrar resultados.

jurí[email protected]

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