Democracia representativa: el papel de la  juventud

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jCuando hablamos de democracia estamos hablando del "poder del pueblo y para el pueblo" y al hablar de representatividad estamos hablando de hacer presente algo que no está, "sustituir" a algo o alguien, idea o símbolo que sustituye a la realidad. Ser imagen o símbolo de algo, o imitarlo perfectamente. En casi todos los países, en los cuales existe la democracia representativa, los jóvenes la ven con escepticismo, porque las instituciones no han hecho valer ese voto de confianza que les da la ciudadanía, cuando los principios de este sistema son la soberanía, el voto secreto y, sobre todo, la libertad de elegir a los representantes del pueblo. La mayoría de estas instituciones ha tenido altibajos en su tarea, por ello debemos entender que estos principios son fundamentales para la vida democrática en un país.

En México hay 38.3 millones de jóvenes, de los cuales el 69.9% es mayor de edad, y todos ellos con capacidad suficiente para pensar y actuar sobre la política mexicana, pero es necesario que entiendan la tarea que sobre ellos recae. Hoy, la mayoría de los jóvenes son partidarios de un mejor porvenir pero solo en el discurso, y los vemos por miles intentando cambiar el mundo desde una pantalla de computadora o de teléfono celular, emitiendo desde ahí su sentir hacia los problemas sociales que les aquejan. La juventud cada día se vuelve apática, les da por no salir a las calles a alzar la voz y atacar los problemas de frente, a no interesarse en las soluciones de los mismos.

Está claro que ellos no son culpables de estas acciones, ya que los medios de comunicación más penetrantes, como la radio y la televisión, solo le sirven a una clase, a la que tiene dinero suficiente para transmitir su mensaje; de manera que la televisión y la radio nos han "educado" a tal grado de que ya no pensamos por nosotros mismos, sino conforme ellos dicen que hay que pensar, y nos vuelven dependientes de las opiniones que se vierten a través de estos medios -la mayoría de ellas falsas-. Theodor W. Adorno decía: "La meta, la de poder repetir en una imagen suficiente, captable por todos los órganos, la totalidad del mundo sensible, este sueño insomne, se ha aproximado mediante la televisión y permite, de consuno, introducir en este duplicado del mundo, y sin que se lo advierta, lo que se considere adecuado para reemplazar al real". Es decir, algo que fue inventado para hacer sensible a la sociedad es controlado por los dueños de estos medios, que nos hacen creer en un mundo irreal, en donde los gobernantes y los aparatos del Estado nos venden un país perfecto o, en su defecto, nos venden una imagen de país conforme sus propios intereses que son, en realidad, opuestos a los de la mayoría de la población. Todos sabemos que la realidad es que existe pobreza, desigualdad social, violencia y desapariciones todos los días, por ejemplo, pero en la televisión o en la radio jamás se nos dice cómo solucionar esos problemas de forma radical.

Los jóvenes y la sociedad sufrimos la manipulación de la información, acorde a los intereses de los gobernantes y de los empresarios, acorde a los intereses de esas 10 familias que concentran casi toda la riqueza de México, gracias al sudor y al trabajo de 120 millones de mexicanos.

Así, pues, los estudiantes deben de ser una pieza importante en la creación de mejores condiciones de vida para todos, pues tienen preparación teórica y la oportunidad de tener acceso a bibliotecas con acervo bibliográfico amplio; el cambio que México requiere solo es posible si los jóvenes son lo suficientemente críticos y conscientes de la realidad social y actúan sobre ella a favor de las mayorías empobrecidas. Hoy el papel del estudiante es primordial para las decisiones del país, ya que en nuestro país se encuentra en una crisis política. Es ahora cuando las nuevas generaciones deben de innovar con ideas claras y precisas y, lo más importante, ponerse en marcha.

El próximo año acudiremos a la máxima fiesta de la democracia representativa en nuestro país, un proceso electoral que llega con una crisis política y social. Los partidos llegan fracturados en toda su estructura y sin poder real de convencimiento. Se probarán los órganos electorales en su soberanía y en la confianza que les depositamos todos los ciudadanos, muy mermadas ambas. En esta tesitura, el papel del estudiante es decisivo y punto clave para impedir que con discursos demagógicos los partidos políticos engañen a la gente, debemos de hacer que los mexicanos vea que esos políticos sólo buscan mantener el poder para servirle a la clase adinerada de este país.

Ejemplo de todo lo descrito es Atlixco. En mi municipio, aún no se inicia el proceso electoral y los representantes de partidos políticos y empresarios locales de distintas bases ideológicas (agrupados en oscuros conglomerados como "Atlixco Unido" y "Grupo San Mateo") se unen para atacar sin pruebas la líder antorchista Hersilia Córdova, a una persona que se ha destacado como verdadera representante de los intereses del pueblo humilde y trabajador en la zona, que tiene las características de un candidato natural a la alcaldía, a la que avala su trabajo, y en la que la gente ha visto bondad, sencillez, trabajo y cambio verdadero. Ahora la atacan porque se destaca como representante popular y como solucionadora eficaz de los problemas de la gente, a quienes organiza y educa para que ellos mismos participen en la lucha por una vida mejor.

Los estudiantes debemos de buscar candidatos así, que se interesen por resolver los problemas sociales que le atañen a la sociedad y al estudiantado. La tarea no es votar y dejar la tarea representativa en manos de los "elegidos", sino darle seguimiento a su trabajo. Esto se logrará si los estudiantes nos volvemos más críticos, luchamos por lo justo y nos organizamos para exigir mejores condiciones. Sólo el pueblo unido y consciente logrará tener un país más justo y más equitativo.

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