Mujeres, cuerpos y sonidos

  • URL copiada al portapapeles

Diana Gómez


Julio 09, 2017

Coral es una mujer enorme, de alma y cuerpo, pinta de rojo todos los días sus labios para enmarcar su simétrico rostro. Los comentarios sobre su obesidad han crecido con su piel. La redondez de sus curvas son las culpables de que su aspecto sea tildado de monstruoso y de que sus poros se priven de sexo y amor.

Este perfil corresponde a uno de los personajes más queridos de Arturo Ripstein y su esposa Paz Alicia Garcíadiego en Intenso Carmesí de 1996: Coral, quien es revivida por Regina Orozco, dándole un poder impresionante.

Ripstein es como un imán para hablar de mujeres y sus cuerpos, por lo que después de darme un gran clavado por sus películas, recordé dos grandes féminas musicales actuales que hablan justamente del amor y la seguridad. Porque aunque Coral era grande de cuerpo, tenía la autoestima suficiente para hacerle el amor a un hombre y de derrochar sensualidad entre asesinatos.

La primera y más notable es Beth Ditto, quien fuera vocalista de The Gossip y silenciara a todo un salón por su maravillosa garganta que despliega una voz comparable con la de Tina Turner. Estos últimos meses sacó su disco Fake Sugar, un juego de guitarras conuntry en 12 grandiosas canciones.

Beth desde Gossip se presentó como la mujer gorda, feminista y lesbiana de Arkansas, utilizó su aspecto y visión para juntar las letras de sus canciones y la estructura de sus conciertos. Estos mecanismos las convirtieron en una de las activistas más importantes de la música.

Fake Sugar es un diario popero con historias contadas por guitarras poderosas y sensuales, pero también en ocasiones dulces y lentas, como se escucha en su canción homónima. Es un trabajo limpio en el que existen sorpresas con un arpa y una batería sonando al más puro y rasposo post punk.

Este trabajo como solista es una demostración sobre el poder sensual que Beth construye con sus seguridades y su piel, con el propósito de depositar esa fuerza en nuestros cerebros musicales. Es un arma sonora que estalla cada vez que se postra en el escenario.

La otra figura femenina que hace juego con Coral de Ripstein, o que al menos me recordó de inmediato al personaje, fue Brittany Howard de Alabama Shakes. En comparación de Ditto, su historia es más bien interna y tímida, pero no deja de ser una voz imponente.

La sensualidad de Brittany tiene un suplemento que pocas mentes logran acechar tan perfecto sin recaer en la mediocridad: la melancolía. Con estos dos ingredientes, la música está en el lado más delicioso del soul. Basta con escuchar "Overmy head" de Alabama Shakes para demostrar este tétrico y agradable efecto.

Aún no sabemos si habrá un disco que supere el Sound & Color de 2015, un trabajo perfecto que Brittany, como front woman, hizo a lado de su guitarra, de la cual se aferró tan bien para traducir una nueva sensualidad.

Es verdad que la locura de Coral y su sumisión probablemente no tengan mucho que ver con la de Beth y Brittany, pero sí rompen con los argumentos en los que desafortunadamente seguimos viviendo.

Un aspecto no determina las sensaciones, no nos priva del hambre y la satisfacción, y en eso coinciden estas tres mujeres. Este trio musical – cinéfilo sirve para entendernos mejor y nadar libremente.

 

  • URL copiada al portapapeles