Y tú, ¿a qué le llamas calidad de vida?

México se compone por personas que a la vez tienen el compromiso, la obligación y el derecho de ser ciudadanos.

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México se compone por personas que a la vez tienen el compromiso, la obligación y el derecho de ser ciudadanos.

La ciudadanía, la democracia, el bien común necesitan de la existencia del Estado de Derecho, y éste a su vez se conforma de organismos u organizaciones que lo hacen valer. No obstante, se pierde de vista que los que accionan al Estado de Derecho son las mismas personas, personas que por la investidura de su puesto son servidores públicos o gobernados; así que la afirmación "en México el sistema legal o el Estado de Derecho no funciona" es un gran telón para evitar ver que, quienes no sirven en México son las personas que componen, accionan y hacen valer a éste y no al contrario.

No hay nada que atemorice más al ser humano en estos días que su propia especie, ya que, no tenemos la necesidad de defendernos de seres superiores como un "Dios" o seres inferiores denominados en otros tiempos "bestias", al parecer esos tiempos los hemos superado, pero a cambio de ello, nos hemos convertido en nuestra propia amenaza.

Los periódicos, las redes sociales, la radio, en general las pláticas en los foros escolares y/o las charlas de sobremesa, están impregnadas de asombro ante la inseguridad que se está viviendo. Asombro que genera continuamente temor a transitar por las calles, a expresar ideas diversas a las impuestas por otros, a denunciar de lo que somos testigos o a defender lo que consideramos correcto.

Ya no resulta extraño encontrarte a aquella persona que está custodiada por su propia seguridad privada, es decir, se ha llegado a la necesidad de tomar cartas en el asunto por cuenta propia. Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a dicho privilegio. Privilegio que no resultaría necesario, si y sólo si, la seguridad pública no estuviese comprometida al grado de no darse abasto.

Al parecer cada día son más las personas que flaquean ante una vida de privilegios a costa de la vulneración del marco legal que nos rige, y así, México entra en colapso. La calidad de vida representa, además de muchas cosas, ser libre, no tener miedo a decir quién eres, no temer a transitar sin tu propia seguridad privada. Tener calidad de vida es sentirte satisfecho por lo que tienes gracias a tu trabajo, tu esfuerzo y tu capacidad laboral, claro está, todo dentro de la ley. Calidad de vida es gozar de los privilegios que te permita tener tu salario sin miedo a ser sometido, chantajeado o robado. La calidad de vida no está peleada con el dinero, pero sí lo está con el hecho de perder tu propia individualidad para vivir tiempos de excesos sobre otros o sobre ti mismo que no te corresponden.

En Puebla, resulta cada vez más común encontrarte con custodios particulares que si bien están realizando su trabajo, exceden sus funciones atemorizando a cualquier persona que sin intención se llegue a aproximar a su "resguardo". Al parecer en estos días todos somos sospechosos y por tanto, todos somos acreedores de la intimidación, la imposición de caminar del otro lado de la acera y girar la mirada para evidenciar que no ves nada. ¿A esto le llamas calidad de vida?

Esto nos lleva de vuelta al rol que juega cada persona en esta ciudad, acepta lo que eres y lo que tienes, disfrútalo y vive con satisfacción; pero jamás atropelles la tranquilidad y felicidad de otra persona para obtener la tuya propia, porque en ese momento además de convertirte en un ser egoísta y no deseable para la sociedad; podrías convertirte en delincuente.

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