8 puntos para saber que vives en la ciudad de Puebla

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Martín CORONA


Julio 13, 2017

Si cuando despiertas ves un barrio hermoso, igual que en las películas y series internacionales de moda, pero no sabes dónde estás; aunque tienes la sospecha de que vives en Puebla, no te preocupes (porque preocuparse hace daño a la salud). A continuación te daremos ocho puntos claves para saber que vives en la capital angelopolitana, y no en "Mayami", Inglaterra o Alemania.

UNO

Si las vialidades por donde transitas frecuentemente están siempre en obras, sea para reencarpetado, asfalto, concreto, concreto hidráulico, pero olvidaron poner el alcantarillado y luego quitan todo para volverlo a poner una y otra vez sin aparente sentido. Sí, vives en Puebla.

DOS

Si sales de vacaciones y tratas de pasar por la autopista y ves exactamente lo mismo del punto uno. Obras por segundo piso, obras por ciclopista en la parte de abajo del segundo piso, obras para destruir y retirar la ciclopista, obras para sacar el escombro de la parte de abajo, pero siempre obras de "mantenimiento" en al menos un carril del segundo piso. Obras y más obras. Con lo cual quedamos claro que conceptos como "planeación, evaluación y transparencia" son parte de ciertos hermosos discursos, nada más.

TRES

Y cuando las obras en las vialidades parecen terminadas, comienza la temporada de lluvias. Lo cual convertirá a la ciudad del futuro en una "Venecia revivida". En lugar de góndolas veremos flotar autos último modelo y a cambio de los cantantes tendremos señoras gritándole en su celular al marido que le llame al seguro.

CUATRO

Y volviendo a planeación y evaluación no sólo del dinero público en obras, sino también del dinero privado, llegamos a que antes en Puebla uno miraba iglesias por todas partes. El poblano es gente de fe, sin duda. Sólo que ahora su fe cambió, y ahora vemos plazas comerciales, chopings y mini placitas que ofrecen cualquier cosa, desde clases de yoga hasta cursos de macramé. La fe del poblano antes en Dios y los ángeles, es ahora al comercio, la micro empresa y, en resumen, el dinero.

CINCO

Si ves por todas partes autos último modelo, con su rayoncito algunos, pero la mayoría muy bonitos, y prácticamente todos de marca alemana; sí, estás en Puebla. Es casi requisito de poblanidad comprarte un vocho de cualquier modelo y, próximamente, un Audi. Una ciudad donde hay casi tantos autos como personas, porque los que no tienen auto muchas veces no son considerados como tales por quienes sí. El peatón es una especie en peligro de extinción.

SEIS

Pero en Puebla el negocio no sólo es vender autos, cobrar impuestos por ello, verificaciones y multas, y más multas; cuentan que hay agentes de vialidad con los mayores rankins de multas por día, hora y hasta minutos. Sin mencionar las fotomultas cuyo misterioso funcionamiento dejamos a los ufólogos y futurólogos. Además de todo eso, cada vez que hay una reingeniería vemos cómo un trayecto se vuelve más largo, más planito, más bonito, pero cada vez más largo. Y ahí está el negocio verdadero: la gasolina. Cada vez que recorres un pequeño kilómetro más, cada vez que te detienes en el tráfico, lo que pierdes no es sólo tiempo, sino en gasolina y, por ende, dinero.

SIETE

Ah, pero siempre queda la opción de no usar tu auto, de cruzar la ciudad en los miles de autobuses. Incluso con la opción del mini metrobús que, por cierto, cómo tarda, ¡oiga usted! Y como tarda tanto y sólo tiene una ruta, pues la gente toma microbuses y otros autobuses en cuyo interior se desplaza. Aunque también puede tener la suerte de que le ayuden a mejorar la calidad de sus comunicaciones, sí claro, porque suben delincuentes a despojarlos de sus equipos celulares y el cambio que porten. Nada grave, según algún político, lo cual hará que superen su estándar de vida y tengan que endeudarse para comprar uno mejor. Así que si tiene que cambiar celular cada 6 meses por robo, usted vive en Puebla.

OCHO

Si usted va por la ciudad hermosa, con su arquitectura colonial, su tráfico pesado y la mala calidad del aire y no ve ninguna manifestación de arte actual, no se preocupe. Yo le recomiendo que espere la imposición de leyes que limiten y coarte las libertades de un grupo de artistas casi anónimo, por ejemplo: los artistas callejeros. Entonces verá surgir de las redes sociales, de las casonas del centro, de todas partes "artistas" que protestarán, se enojarán y quizá, hasta muestren su trabajo (quienes lo tienen). Claro que hay media docena de creadores de verdad, que cantan, tocan, escriben y hacen el trabajo duro todo el tiempo. Y por supuesto, las propias autoridades se auto erigirán como artistas, porque cuando es necesario todos somos arte. Así que si usted no ve nada de arte en su ciudad más que para protestar o adornar algún acto político, seguro que está en Puebla.

Seguiría dándole más y más ideas, pero por ahora, entre el espacio de esta columna y que debo tardar casi una hora en pasar por el centro para llegar a mi trabajo, pues será mejor dejarlo por aquí. Ah, por cierto, si usted está leyendo esto y no es un político, burócrata o "encargado de prensa" busque en mis redes sociales la versión en standup de esta sesuda columna. Por su atención, gracias.

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