Periodismo TTendencia

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Yussel DARDÓN


Julio 14, 2017

El periodismo digital ha avanzado a pasos gigantes, pero con la misma caducidad y los mismos vicios desde aquellos experimentos en los que un rotativo se montaba tal cual a la red y veía su transformación en archivo PDF, o aquellos otros intentos en los que se transcribía tal cual una nota y las ediciones en línea eran copias de las impresas, con la misma fecha de caducidad y los mismos vicios.

Después se ensayó -es la mejor definición- con la noticia en "tiempo real", información que se desarrollaba y "subía" a las plataformas de manera a veces irresponsable, toda vez que la vorágine por tener "todo" de manera inmediata hizo que de a poco se olvidara una de las máximas del periodismo: comprobar el hecho.

El periodismo en la era digital como se entendía hace un par de años se transformó en producto multimedia: animaciones, videos, audios, foros, líneas de tiempo... elementos que conforman una nueva forma de consumir y proporcionar información.

Y en toda esta ecuación aparecen las redes sociales, instrumentos de comunicación que en la actualidad hacen las veces de juez y parte, herramientas que dictan una agenda irregular informativa.

Los medios de comunicación se transformaron en los consumidores naturales e inmediatos de lo que sucede en la red. Y lo han hecho porque el Trending Topic (TT) lo ponen los usuarios (lectores), porque tiene mayor proyección seguir un tópico impulsado desde redes sociales que generar un contenido que alcance a raspar siquiera el éxito en el rating informativo, porque los hits o visitas marcan la trascendencia del medio y eso ayuda a signar convenios, alcanzar acuerdos publicitarios.

Sí, periodismo es negocio, pero no hay que olvidar que sobre todo es información.

Los portales de noticias han hecho de la tendencia su método para medir el éxito: etiquetas ocurrentes que en ocasiones tuercen el sentido informativo o que lo ponen en duda, encabezados de expectativa y desencanto, reproducción de imágenes que vulneran el sentido de privacidad, difusión de temas intrascendentes que cobran notoriedad porque un medio los reproduce, y otro, y otro, y otro porque los otros tres ya lo hicieron.

A los lectores "les gusta el morbo", "esas notas son las que venden", son algunos de los comentarios que en las mesas editoriales se ponen de manifiesto para justificar la inclusión de este tipo de contenidos: #lady100pesos, #politopless… El periodismo contemporáneo no chocó, lo chocaron.

Confundir información con entretenimiento suele ser el mayor de los yerros del "Periodismo TTendencia" no porque el entretenimiento en sí sea malo, sino porque centrar en ello el objetivo de un medio en aras del "éxito" relega el derecho social de estar bien informados.

Alan Rusbridger, quien fuera editor general de The Guardian más de 20 años, señaló que "si piensas en el periodismo, en lugar en modelos de negocio, tendrás mayores expectativas respecto al futuro. Si sólo piensas en modelos de negocio te asustarás hasta paralizarte por completo".

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