“Horizontes”

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Tere MORA GUILLÉN


Julio 25, 2017

Duele reconocerlo más es verdad, México es un país de profundas desigualdades, aunque estudios revelan que nuestro país ocupa la economía 14 en el mundo en cuanto a tamaño, 45 millones viven en la pobreza. Un estudio elaborado para Oxfam cuyo nombre proviene del Comité Oxford de Ayuda contra el Hambre, por un prestigiado economista, profesor investigador del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, el doctor Gerardo Esquivel Hernández, indica que: "México está dentro del 25 por ciento de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo, y es uno de los dos países más desiguales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)". 

El análisis publicado por la revista Forbes en 2015, indica que hay siete datos que pueden ser causa y a la vez consecuencia de la desigualdad en México, y muestran el tamaño del problema:

 1. El uno por ciento de la población recibe 21 por ciento de ingresos de todo el país.

2. Los ricos se hacen más ricosLa riqueza de los cuatro mexicanos más acaudalados Carlos Slim (77,000 millones de dólares), Germán Larrea (13,900 mdd), Alberto Baillères (10,400 mdd) y Ricardo Salinas Pliego (8,000) asciende al 9.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En 2002, la fortuna de estos cuatro sólo representaba sólo 2% del PIB, mientras que el número de mexicanos multimillonarios no ha crecido en los últimos años. De 1996 a 2014, el PIB per cápita sólo ha tenido un crecimiento de 1% a tasa anual.

3. Sectores privilegiados. "La falta de competencia económica y un débil marco regulatorio constituyen el escenario ideal para el abuso por parte de empresas con un cierto poder monopólico u oligopólico".

4. Régimen fiscal favorable a los más ricos. "La estructura fiscal en México está mucho más orientada a gravar el consumo que el ingreso personal o empresarial", indicó el informe al recordar que los impuestos al consumo son regresivos y afectan a quienes menos tienen.

5. En México la población indígena es 4 veces más pobre

6. La educación pública contra la privada. Mientras que el pago de colegiaturas y transportación a escuelas privadas es deducible de impuestos, el 48 por ciento de las escuelas públicas carecen de acceso a drenaje, 31por ciento carecen de acceso a agua potable, 12.8 por ciento no cuenta con baños o sanitarios; y 11.2 por ciento no tienen acceso a energía eléctrica. Por otro lado, en 61.2 por ciento de ellas, los alumnos no cuentan con acceso a un equipo de cómputo que sirva, y 80 por ciento de los estudiantes no tiene internet, lo que pone a los alumnos en clara desventaja con los de escuelas privadas.

7. Violencia a causa de la marginación. Aunque suele asociarse el incremento de la violencia en varias regiones del país, por la guerra emprendida desde 2006 por el presidente Felipe Calderón contra los cárteles de la droga, los niveles de actividad criminal y de homicidios en México, se asocian de manera significativa con bajos niveles de educación entre los jóvenes y con altas tasas de desempleo juvenil.

Esto resulta aún más claro en las zonas urbanas, en donde la concentración de jóvenes con pocas oportunidades de estudiar o trabajar, suelen traducirse en mayores niveles de violencia y criminalidad.

En 2017 la situación no ha mejorado, vemos que estudiantes que cursaron su educación básica en colegios particulares, y aspiran a ingresar a bachillerato o licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, o en otra institución pública, tienen mayores posibilidades de acreditar el examen, debido a causas tanto económicas como culturales.

Los especialistas coinciden en que no es posible practicar la misma prueba al hijo de un abogado que al de un obrero de la construcción. Y ni qué decir a la hora de acreditar un idioma o dos, en el caso de las licenciaturas que así lo requieren.

Es verdad que la educación es el principal motor de un país, y en ello México tiene años por no decir décadas de rezago en relación a otras naciones, no necesariamente del primer mundo. El año pasado tuve oportunidad de estudiar un posgrado en Cuba y regresé gratamente sorprendida por el nivel académico y cultural de los jóvenes cubanos.

México es una de las naciones más desiguales del mundo, donde no todos tienen las mismas oportunidades, ni en lo educativo ni en lo laboral, no hay cobertura de salud universal y hay un abismo en diferencias salariales.

Un país de contrastes y racismo, donde despreciamos a los más desprotegidos y luego nos espantamos cuando estos delinquen y nos hacen difícil la vida cotidiana; este es el México que juntos gobierno y sociedad hemos forjado… ¿De qué nos quejamos? Aquí nos tocó vivir y ahora sobrevivir… 

 

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