Renegociación del TLCAN, de retos y oportunidades

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El próximo 18 de agosto es la fecha a partir de la cual puede dar inicio la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN). Sin duda será el inicio de una nueva era sobre las relaciones comerciales, no sólo entre México, Canadá y Estados Unidos, sino para el resto del mundo, por los precedentes que se establecerán.

El pasado 17 de julio el representante de comercio de Estados Unidos envío al Senado una carta en la que plantea los objetivos que estarán buscando en dicha renegociación. El primer objetivo que enuncia es el de mejorar la balanza comercial y reducir el déficit de comercio. Sin embargo, no se plantean los lineamientos que propondrán para lograr ese objetivo. El documento deja ver que buscarán mejorar lo que es benéfico para Estados Unidos y propondrán mayor regulación en lo que les afecta. 

Por ejemplo, respecto a los productos agrícolas, buscarán eliminar las barreras no arancelarias que México o Canadá han impuesto a los productos agrícolas de Estados Unidos, pero a la vez proponen eliminar el capítulo 19 que representa un candado con el cual Estados Unidos no puedeestablecer barreras no arancelarias a los otros dos socios comerciales. Si se elimina dicho capítulo, Estados Unidos podrá establecer barreras a la importación de productos con mayor albedrío. En el documento no se establece qué objetivo proponen respecto a la industria manufacturera y la recuperación de empleos en Estados Unidos.

Sí se enuncian otros objetivos con los cuales se pretende modernizar el tratado comercial, algunos de ellos van a representar un reto para los negociadores mexicanos, pero considero que pueden tener un impacto positivo en el largo plazo.Uno de ellos es el combate a la corrupción, en el cual proponen "comprometer a cada una de las partes a criminalizar gobiernos corruptos, tomar medidas para disuadir la corrupción y proveer penas apropiadas y herramientas de castigo en el caso de personas que sean procesadas por involucrarse en actividades de corrupción". Dados los recientes casos de presuntos actos de corrupción por parte de varios gobernadores, tal vez el tratado de libre comercio sea uno de los frentes que ayude a disminuir esta problemática que ha crecido considerablemente en los últimos tiempos.

Otro tema, que se vislumbra de gran importancia para los americanos, es respecto a lo laboral. Ellos pedirán que los otros dos socios comerciales "adopten y mantengan en sus leyes y pongan en práctica los estándares laborales internacionales" declarados por la Organización Internacional del Trabajo. Sin duda este requisito será un mayor reto para México que para Canadá. Se busca, entre otras cosas, eliminar el trabajo forzado u obligatorio, que no exista el trabajo infantil, y el combate a la discriminación laboral. También buscarán promover condiciones laborales dignas relacionadas con el salario mínimo, horas trabajadas y condiciones de salud y seguridad. Los países industrializados (por ejemplo, EU), argumentan que los países en vías de desarrollo (por ejemplo, México) practican una competencia desleal cuando mantiene condiciones laborales mínimas, ya que con ello provoca que los salarios puedan ser más bajos y las empresas prefieran establecerse en los países en vías de desarrollo y se pierdan puestos de trabajo en los países industrializados.

Sin duda, cumplir con los estándares internacionales sobre las condiciones laborales no es tarea fácil para México y esto servirá de pretexto para que los vecinos del norte impongan barreras a los productos mexicanos. A la vez, también puede ser una gran oportunidad para mejorar las condiciones laborales en nuestro país, pero requiere de una transformación de múltiples dimensiones.

Los grupos negociadores de cada uno de los países enfrentarán en los próximos meses intensas negociaciones, presionados cada uno de ellos por los grupos de interés de sus respectivos países. Cada uno buscará el beneficio para su país, pero el poder de negociación hará inclinar a la balanza, y México en muchos aspectos tiene un menor poder de negociación. El pasado viernes el secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, dijo que los objetivos para México respecto a la renegociación no se harán públicos, así que será difícil saber en qué cedió México y en qué ganó. Será hasta después de los acuerdos que sabremos en qué lugar quedamos en este proceso de renegociación promovido por el Presidente de Estados Unidos.

 

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*Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey.

Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad del autor y no reflejan el ideario del Tecnológico de Monterrey en Puebla

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