Miles Davis y Elevator to the Gallows

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Diana Gómez


Agosto 06, 2017

Comenzar una escena con el rostro de Jeane Moreau en 1958 era magníficamente brutal, pero añadirle un "Je t´aime" confuso e intenso, era una bomba amorosa en el cine. En esa época el film noir se postraba con fuerza entre las carteleras; a todo esto se añadía un sonido delicioso, el de Miles Davis.

Justamente la semana pasada falleció Moreau, ganadora de Cannes, BAFTA y Cesar Awards; todos los directores querían su rostro y profundidad cinematográfica en sus películas, pero Louis Malle tuvo la fortuna de explotarla en Elevator to the Gallows.

A propósito de su deceso, es relevante hacer una introspección de su cine, mismo que tuvo la gran idea de introducir el exquisito jazz de Miles Davis, que marcó un punto relevante dentro del film noir.

Elevator to the Gallows es un largometraje que introduce pequeños clips de la trompeta de Davis; bien podría ser uno de los parteaguas para los soundtracks de este siglo, pero la aplicación de estos sonidos no es de manera completa.

Las cosas funcionan distinto con el jazz cuando se utiliza en el cine, porque la extensión de este delicioso género permite que se pueda meter en la película conforme se cuenten las historias, y su repetición hace que todo se haga más liviano.

Lo que sucedió en Elevator to the Gallows fue que la elegancia predominó. La historia de dos asesinos estuvo por arriba de su propio crimen, y al final su amor fue la razón por la que la hora y media valiera la pena.

Miles Davis en ese entonces llevaba un poco más de una década dedicándose a la música; escuchar de pronto sus trompetas en el cine noir hace que se te ericé la piel y que todos los sentidos se enfoque en las escenas.

En Elevator to the Gallows, sus primeros sonidos se notan después de que los protagonistas sostienen una llamada, misma que será el impulso de todo el enredo que se teje en el filme.

Años antes, Davis había caminado en el Cool Jazz junto a Gil Evans, situación que abrió su carrera y que permitió que también ahondará en el bebop y el hardbop. Géneros que revolucionarían en jazz y que provocarían su cambio dentro de los instrumentos y destiempos.

Después de trabajar en la película de Louis Malle, Miles saca Kind of blue, un estruendo en el mundo del jazz. El trabajo lo grabó en Columbia Records, y en sólo diez horas repartidas en dos días terminó haciendo una obra maestra.

Por si fuera poco, John Coltrane, estuvo en este álbum como saxofonista, así como el contrabajista, Paul Chambers, Jimmy Cobb en la batería y Bill Evans en el piano. El resto de Kind ofblue es historia.

Miles Davis tenía entre sus cualidades, el romanticismo y la finura. El cine noir contaba con las mismas piscas, por lo que la mezcla resultaba dar un producto perfeccionista.

Este tipo de cine tenía siempre que ver con persecuciones y obras oscuras, crímenes y pasiones. Miles Davis le acuñó sonidos que contrastaban y hacían que el film noir fuera precioso.

 

@dianaegomez

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