Hip Hop: el punto de ebullición

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Diana Gómez


Agosto 27, 2017

En la entrega anterior de Rastreando Sonoridades, hicimos una pequeña radiografía sobre el inicio del hip hop; esa fiesta que transformó los cerebros musicales de los habitantes del Bronx y que le dio inicio a un movimiento de DJs muy importante.

Simplemente el hip hop no hubiera existido sin DJ Kool Herc y la manera en cómo revivió la música disco y el góspel en una pista de baile, acompañado de dos tornamesas.

Tony B Conscious le rindió homenaje en su disco A Pictures Worth a Thousand Words, en donde se escuchan piezas mencionando a Kool Herc, como el héroe que abrió universos paralelos a la música, en un punto de ebullición en Estados Unidos.

Las circunstancias en la década de los años 70 del siglo pasado en el Bronx tenían que ver literalmente con llamas y una serie de asesinatos, así que era inevitable que ante esta turbulencia, no naciera un nuevo género musical que contrajera tres importantes ingredientes dentro de sus letras: revolución, sociedad y política.

Después de Kool Herc, vinieron otros nombres, el segundo más importante es Coke la Rock, quien básicamente se encargó de construir el espíritu del hip hop, pero de una manera que probablemente romperá otro mito del género: la violencia.

Y es que La Rock le dio un nuevo sentido al MC (Master of Ceremonies), pues justamente la forma de hacer rap y jugar con las palabras, se dio porque los habitantes de la raza negra fueron despojados de sus instrumentos, por lo que las únicas herramientas que quedaron para hacer música fueron las tornamesas y las palabras.

Coke la Rock hizo con el MC un movimiento cultural positivo; la opresión lo orilló a generar un grupo más pacífico. Mediante la música organizó una visión que cesó las peleas callejeras y la violencia que sonaba interminable en New York. El nombre de esta organización fue Zulu Nation.

Sin embargo, no todo quedó en crear la filosofía del hip hop, Coke la Rock también aportó nuevos sonidos, pues este inmigrante jamaicano incrustó elementos jamaicanos en el funk, disco y soul.

Lo que Zulu Nation hizo por la sociedad y la música, fue justamente juntar a DJs, MCs, compositores, B-boys y B-girls en fiestas interminables, pero de una forma positiva, organizando un movimiento cultural que destruía la violencia que se generaba en las altas esferas y en las calles.

Con todos estos ingredientes en la olla, nació entonces el nombre de hip hop. Mediante este género las pandillas tenían la necesidad de encaminar su vida y la música era una manera fuerte de hacerlo.

Después de que el movimiento estaba latiendo faltaba una pequeña parte, la lírica, algo que se dio de manera natural y que se dejó ir como agua que apagaba los incendios del Bronx.

Una herramienta tan poderosa que quiso ser destruida por las instancias gubernamentales, pero que terminó siendo la bandera fuerte y potente de la raza negra en Estados Unidos.

En la próxima entrega de esta columna, haremos la última introspección a este género tan curioso y necesario en nuestras vidas.

 

@dianaegomez

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