No te conocí Mara, pero me dueles porque tengo hijos y soy parte de la humanidad

  • URL copiada al portapapeles

Pablo RANGEL SARRELANGUE


Septiembre 19, 2017

Hasta mí correo y proveniente del anonimato llegó un mensaje que me pareció excepcional reproducir en esta entrega, respetando infinitamente el intelecto de su autor, el mismo reza:

"Me toco ser la numero 83.

En lo que va del año en puebla se habian registrado 82 feminicidios y, a mis 19 años, yo fui la siguiente en caer en la funesta estadistica.

sali de fiesta y si, queria verme guapa, tome, baile, rei, sali tarde y solicite un servicio privado de transporte. Lo ultimo bello que habran visto mis ojos serian las primeras luces del amanecer alumbrando las calles de la ciudad.

Despues, todo fue turbio, oscuro y violento.

Con mi 1.63 y mi cuerpo delgado fue poco lo que pude hacer contra mi agresor.

aprete mis ojos con dolor pidiendo a dios que todo acabara pronto.

Se me fue el aliento y todo acabo.

A mis 19 años me transforme en un numero: el 83 en los registros oficiales de feminicidios, pero sigo siendo Mara Fernanda para los amigos y "niña hermosa" para mi familia.

¿Que si me equivoque?

Eso ya que importa.

¿Que si me lo busque?

No, no lo creo, jamas.

¿Que si tuve que haber hecho tal o cual cosa diferente? seguramente si.

¿Cuantas mujeres no habran salido de fiesta la misma noche que yo?

¿Cuantas sintieron miedo durante el trayecto a casa?

¿Cuantas habran sido molestadas, acosadas o violadas?

¿Cuantas fueron atrapadas por las redes de trata de personas?

¿Cuantas, cuantas han muerto por ser mujeres?

Se dice que somos 83, tan solo en puebla, piensa mas, ve mas lejos, investiga: ¿cuantas somos a nivel mundial?, ahora te pregunto: ¿tienes hijos?, ¿sientes miedo cuando salen de casa?, dime… ¿que haras por ellos?, yo puedo sacudirte la conciencia pero tu puedes hacer mas.

Me llamo Mara Fernanda, soy la victima numero 83 de feminicidio en Puebla y pido a dios que no venga a hacernos compañía la numero 84.

Hasta aquí las líneas de este correo, que es producto de una desgracia, de una afectación irreversible no sólo a una familia, sino a toda la sociedad, empero, de manera muy especial a un género que da vida, a un género que pareciera ser perseguido, por quienes seguro estoy, ¡no tuvieron madre! Y bien, si el Estado no se pronuncia contundentemente en favor y defensa de la mujer mediante acciones que generen resultados, que propicien perseguir como ratas a los traficantes de la humanidad, hagámoslo nosotros ¡pero ya!

jurí[email protected]

  • URL copiada al portapapeles