El asesinato de Mara, la fiscalía y las dudas de un feminicidio más por resolver

Continúan pasando los días luego del cobarde asesinato de Mara Castilla y la impotencia, la rabia y el coraje siguen acumulados en el pecho no sólo de miles de mujeres poblanas, sino de millones en todo México. A nosotras nos están matando y las autoridades han sido cómplices de esta situación.

Ya no basta con tener miedo cuando caminamos por la calle, subimos al transporte público o salimos a dar un paseo, ahora, el miedo se ha extendido hacia las instituciones que deberían impartirnos seguridad y justicia.

La fiscalía de Puebla ha sido inoperante para llevar a cabo la detención y el debido proceso de los feminicidas. No se ha activado la Alerta de Género, ni se han implementado protocolos para erradicar los feminicidios. Bastaría preguntarse a cuántos se han detenido y encarcelado por su responsabilidad en cada uno de los 83 feminicidios cometidos hasta hoy, para darse cuenta que en el estado a nuestras autoridades les es indiferente que las mujeres estemos muriendo.

A los gobernadores Antonio Gali y Rafael Moreno Valle se les ha hecho más fácil construir historias en torno a cualquier tipo de crimen que llevar a cabo investigaciones de fondo para dar con aquellos que cometieron algún delito, y tal parece, que este podría ser el caso del asesinato de Mara (recordemos que el gobierno es especialista en fabricar contradicciones en los casos). No asumo con ello que Ricardo Alexis sea inocente, sino por el contrario, me sumo a la exigencia de que se hable con la verdad y se investigue de fondo el asesinato de Mara Castilla.

En primer lugar, en este tipo de casos no sé por qué no le creo a la fiscalía de Puebla, será porque uso de carnada a Orlando N, alias El Chivo, para vincularlo con el asalto de la familia en la autopista México-Puebla, quedando posteriormente en libertad por falta de pruebas y muriendo un mes después sin que se le haya resarcido el daño y, para colmo quedando impune la violación de dos mujeres y el asesinato de un bebé. Será acaso porque a dos años de distancia la fiscalía no ha logrado resolver el caso de la desaparición de Paulina Camargo y por el contrario lo ha cargado de un halo de misterio e irregularidades.

O será, en segundo lugar, porque su titular Víctor Carranca se ha dedicado a ser quien cuide la espalda de Moreno Valle y sus negocios en vez de ser quien garantice a los poblanos la efectiva impartición de justicia, contándonos historias en vez de darnos las versiones reales.

El caso del asesinato de Mara está lleno (como otros feminicidios) de muchas irregularidades, entre ellas, por qué la fiscalía no buscó al chofer desde el día de la desaparición, presentándose éste voluntariamente 36 horas después a declarar, siendo arrestado dos días después. Si fue asesinada esa misma noche de su desaparición, por qué nadie se dio cuenta de que su cuerpo había sido arrojado en un baldío si a los tres días todo cuerpo inerte desprende un olor fétido e insoportable para cualquiera. Y por qué si Ricardo Alexis mencionó en su declaración al novio de Mara (Juan Luis Moragues), la fiscalía inmediatamente desechó cualquier investigación en su contra.

Es normal que por el coraje que todas tenemos ante un feminicidio más en Puebla, dirijamos hoy nuestro arrojo en contra de Ricardo Alexis, así como es creíble que dicho sujeto pudo estar involucrado en el asesinato de Mara, pero la fiscalía concluyó casi de manera inmediata el tema y cerró toda investigación en torno a cómo se suscitó el atroz feminicidio dejando fuera muchos cabos sueltos, sembrando con ello un cúmulo de dudas.

Exijo que se nos hable con la verdad; que este feminicidio, que una vez más nos lastima a todos, se resuelva desde el fondo y no sólo de forma superficial; que se investigue de manera imparcial y se sancione a todas las personas involucradas. Un feminicidio más no debe ni puede ocurrir en Puebla, las mujeres no podemos seguir siendo agredidas o, ¿cuántas mujeres más debemos morir para que ustedes como autoridades hagan algo al respecto?

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.