¿Cómo nos enferma psicológicamente el terremoto?
Nos enfrentamos ante un aumento de casos, de lo que se conoce como Trastorno de Estrés Postraumático
En relación con los acontecimientos actuales del terremoto, nos enfrentamos ante un aumento de casos, de lo que se conoce como Trastorno de Estrés Postraumático. Dicho trastorno es una expresión de síntomas de ansiedad muy fuertes, a causa de haber vivido una situación extremadamente angustiante y por ende traumática. Los síntomas incluyen, por ejemplo, el que se esté reviviendo una y otra vez el hecho traumático. También que la persona evite todo aquel estímulo que pueda detonar una asociación a él. Otro síntoma es que la persona se sienta sobrepasada en su capacidad para responder ante dicho hecho. Finalmente, uno de los síntomas será que el sujeto tendrá periodos persistentes de activación de respuestas fisiológicas (por ejemplo: sudoración) relacionadas al evento traumático que se vivió. La fenomenología de cómo es que este trastorno sucede funcionalmente en el cerebro, no queda clara. La discusión por parte de los especialistas en neurociencias se centra en diferentes teorías que pueden explicar cómo sucede el Trastorno de Estrés Postraumático en el cerebro. Entre las teorías existentes que lo explican, se incluye al Trastorno de Estrés Postraumático como un fenómeno deficitario del control de la información procesada durante el evento traumático. Otra teoría del acontecimiento estrés postraumático en el cerebro sería la focalización excesiva de la atención hacia el evento traumático. En otra teoría, se encuentran los casos de estrés postraumático sostenido durante periodos largos (por ejemplo soldados que participan en una guerra), es considerada por ejemplo, una reducción del tamaño del hipocampo (órgano relacionado a la expresión y consolidación de la memoria, principalmente). Finalmente, otra de las teorías explicativas del fenómeno del estrés postraumático es que existe una hiperactivación de una zona llamada Córtex Somatosensorial (área relacionada al procesamiento o expresión de los sentidos), junto con estructuras subcorticales límbicas como el cuerpo estriado (encargado de los movimientos del cuerpo voluntarios pero inconscientes) y las amígdalas (encargadas del proceso y almacenamiento de las reacciones emocionales), así como de el sistema hormonal del eje hipotalámico (representante neuroendócrino, encargado de las reacciones ante el estrés). Todas a la vez. Ahora bien, la razón de explicarle el fenómeno desde el punto de vista neurológico de la manera más simple (aunque usted no me lo crea), es con el objetivo de hacerle ver que el trastorno de estrés postraumático es un fenómeno que tiene sus complejidades. Principalmente podríamos sintetizar que cuando una persona sufre eventual o persistentemente un fenómeno traumático, zonas del cerebro quedan trastocadas y activadas, generando la experiencia de los síntomas que hemos platicado; como lo son: el recordar mucho el evento traumático, el intentar evitar ese recuerdo, el sentirse sobrepasado, y finalmente el experimentar reacciones fisiológicas a causa del evento. Así pues, creo que nos preguntaríamos entonces: ¿cómo me curo de esto? La realidad es que la información que se tiene respecto de cómo tratar el Trastorno de Estrés Postraumático se enfoca, a mi parecer, en lo siguiente de forma general: el reforzamiento de conductas, pensamientos o sentimientos que sean como contrapesos a las reacciones de ansiedad. Esto implicarían sesiones psicoterapéuticas donde: 1) se apoyara la consolidación del recuerdo traumático a través de procesos de reelaboración, 2) se redujera la sensibilidad ante los recuerdos estresantes generadores del trauma, 3) se modificaran las formas en que se recuerda el evento, 4) se buscara la relajación ante las reacciones fisiológicas persistentes, y 5) se reforzara que existiera un mayor juicio ante las respuestas fisiológicas o de formas de memorización inadecuadas sobre el evento. Con los cinco puntos anteriores, ayudaríamos a la persona a recordar sobre lo sucedido para que se reviviera y modificara el recuerdo. Lo acompañaríamos a reducir la excesiva sensibilidad que está teniendo. Y finalmente lo ayudaríamos a modificar la realidad del recuerdo, mediante nuevos y mejores juicios. Interesante, ¿no? Actualmente muchos psicólogos y alumnos supervisados, estamos ofreciendo ayuda gratuita respecto al evento. Esto implica la posibilidad de que muchas personas reciban una ayuda en un momento que las cosas no están bien, tanto emocional como económicamente por el desastre. Se están ofreciendo directorios a través de redes sociales para que las personas se comuniquen incluso vía telefónica o por Skype. Hoy estamos viviendo un avance de la telepsicología o telepsicoterapia en la intervención ante desastres naturales. Así que les sugiero que busquen ayuda. Sólo les recuerdo que es muy importante que valoren lo que se está ofreciendo de forma gratuita. Desafortunadamente al momento me he encontrado con personas que no han dado el valor adecuado a esta oferta de ayuda, cancelando citas o incluso ya no contestando el teléfono habiendo solicitado la ayuda. Como siempre lo he dicho, desafortunadamente cuando no nos cuestan las cosas, no las valoramos; y aunque eso es algo muy independiente, y más bien la excepción que la regla, considero importante compartírselos, por reconocimiento a mis colegas y todos los que están trabajando con gusto probono para las personas. Hay excelentes especialistas ofreciendo su ayuda gratuita, así que, ¡a aprovecharlos! Finalmente, comentarles que otra de las cosas que seguramente estarán haciendo muchos otros psicólogos además de mí, es la creación de grupos psicoterapéuticos de Whatsapp, donde las personas podemos compartir nuestras vivencias respecto al terremoto, supervisadas por el psicólogo y con sus respectivas intervenciones. Esto puede ser con seguridad, un muy buen apoyo, para estos momentos de crisis. Le deseo por tanto que encuentre resignación y recuperación, pronto. http://www.psicologiaonline.com.mx |
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