Días de silencio

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Diana Gómez


Octubre 01, 2017

Parece que ha pasado más de un mes desde todo el desastre, el cansancio se acumula, el dolor en partes inexistentes del cuerpo permanece, al igual que un piquete constante en la cabeza, aunque también pululan los puños de esperanza.

El silencio reina estos días en México, y es justo en este punto donde todos los sonidos pueden acomodarse para cerrar heridas y para retomar la fuerza que necesitamos. Porque sí, la música puede curarnos.

Curiosamente, estos días Heroes cumplió cuatro décadas desde su lanzamiento; una pieza que desfila junto a otros himnos de David Bowie, pero que es insuperable en muchos sentidos.

La letra es directa en comparación de otras canciones del Duque Blanco, y es que la historia va al punto y se regocija en los acordes, deja que los instrumentos devoren todos los silencios y el mensaje esperanzador llegue a su objetivo.

Bowie tuvo el don de ejecutar canciones crudas con un pop que podría decir todo lo contrario. Eso fue lo que sucedió con Heroes y con Brian Eno, quien colaboró arduamente en esta composición.

Tanto David como Brian formaron parte en ese entonces de la Trilogía de Berlín, por lo que el disco de 1977 fue una de esas joyas que describía muchas historias que sucedían en la capital de Alemania, entre ellas el beso que cuenta Heroes: And we kissed, as though nothing could fall.

Esta pieza cae como bálsamo en estos días, como un gran regalo para retomar días en los que necesitamos más sonidos para llenar huecos. Tanto la versión de Bowie como de Eno son una belleza. Vale toda la pena del mundo escucharla, sentirla con detenimiento y apropiárnosla en estos momentos.

Charles Bradley

La mala noticia del pasado fin de semana fue la muerte de Charles Bradley, una leyenda del soul y el R&B. Una voz fina, triste y desgarradora que le dio una apertura a la música negra en este siglo.

Bradley colocó nuevamente a los álbumes de soul en los estantes de las tiendas de música, y todo volvió a consumirse como si estuviéramos en el pasado, gracias a sus letras, su fuerza y su dinamismo.

Aunque desde 1996, desglosó su música en Brooklyn de forma positiva, fue hasta 2011 con No time for Dreaming y Soul of America cuando este músico vertió su garganta a nivel mundial.

Changes fue su último gran disco, que salió a la venta la semana pasada con un cover impresionante de Black Sabbath. Francamente dudo que exista un cover mejor que el que creó Charles en este disco amarillo.

Sin duda una pérdida irreparable, pero dejó una serie de trabajos impresionantes, que nos hicieron creer nuevamente en este género y que incluso añadió nuevas ideas. Una tarea que pocos se atrevieron a hacer en los 2000.

@dianaegomez

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