La propuesta del nobel de Economía Richard. H. Thaler

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De acuerdo con Richard H. Thaler, premio Nobel de Economía 2017, a la economía se le ha calificado como la más poderosa de las ciencias sociales porque formaliza modelos a través de una concepción idealizada del homo sapiens, conocida como homo economicus, y referida por Thaler como Econ. El humano Econ sigue ciertas premisas básicas sin las cuales los pronósticos apoyados en modelos de maximización de beneficio o ganancia, que son centrales en la Teoría Económica, mantendrían una alta probabilidad de fracaso. En esta columna primero explicaremos tres de las principales premisas que definen un humano idealizado, en tanto, todas sus decisiones deben ser racionales. En segundo, nos referiremos a cuál es la elección clave que realiza un idealizado consumidor de acuerdo con la teoría económica. En tercero, explicaremos uno de los eventos a partir de los cuales Thaler cuestiona al Econ. Y, finalmente, realizaremos una breve reflexión sobre el tema.

En primer lugar, la Teoría Económica, específicamente, la Teoría Microeconómica, establece axiomas de racionalidad que establecen tres principales relaciones de preferencia: la relación estricta ( x lo prefiero a y, entonces, no puedo preferir y a x), la relación de indiferencia (x me es indiferente a y, y, y me es indiferente a x), y la relación binaria (x es al menos tan bueno como y, y, y es al menos tan bueno como z). La preferencia binaria es racional y tiene cuatro principios básicos:

  1. Completitud: el que usted conozca cada una de las propiedades de los bienes que integran su cesta de consumo implica que puede establecer un orden de preferencias o incluso afirmar que un bien x le es indiferente a un bien y.
  2. Transitividad: si usted prefiere x a y, y, y a z, entonces, preferirá x a z.
  3. Reflexividad: x es indiferente a x, así como, y es indiferente a y.
  4. Simetría: x es indiferente a y, entonces, y es indiferente a x.

Ahora bien, elegir una opción de un conjunto de posibilidades implica evaluar el costo de oportunidad de tal decisión, es decir, considerar la alternativa con mayor valor a la cual usted renuncia con la finalidad de obtener o satisfacer su elección.

Segundo, con base en el anterior esquema, el problema primordial para el consumidor consiste en maximizar su utilidad (nivel de satisfacción o felicidad que le produce una cesta de consumo) dada una restricción presupuestal (límite de ingreso o ingreso disponible). Este proceso se conoce como optimización y de éste resulta una cantidad óptima de bienes que integran una cesta que refleja el comportamiento racional de los consumidores.

Tercero, de acuerdo con Thaler, la optimización es un escenario ideal porque los seres humanos no siempre actúan como homo economicus. Por ejemplo, el cambio de la base de la escala de calificaciones de 72 aciertos sobre 100 a 96 aciertos sobre 137, no produce algún cambio real en las calificaciones. Sin embargo, en la muestra de estudiantes de Thaler, este hecho determinó una mejora en el desempeño de los estudiantes (los consumidores del servicio educativo), ya que el cambio de 70/100 a 96/137 produjo mayor felicidad o satisfacción y un gran número de estudiantes se inscribieron en su curso.

Los estudios de caso presentados por Thaler en su libro MISBEHAVING y que le valieron el Nobel de Economía, plantean la siguiente tesis: el desempeño humano responde a un sistema de incentivos no materiales que podrían contribuir a cambiar los patrones de consumo. Desde nuestra perspectiva, esto llevaría a impulsar un cambio del modelo ortodoxo de desarrollo hasta ahora sostenido en la maximización de la ganancia. Este cambio abre la posibilidad, tanto de superar patrones apoyados en el alto poder de consumo sobre mercancías, por ejemplo, suntuarias que aún son producidas mediante combustibles fósiles, como de conciliar al homo economicus con el homo sapiens en favor de la preservación del ecosistema y el hombre mismo. Estos hechos, finalmente, colocan en el centro del debate la supremacía del modo de producción capitalista, y, por ende, a su eje rector: la producción de mercancías. De este alcance es lo propuesto por el recién galardonado Robert H. Thaler.

*La autora es profesora asociada, Tiempo Completo. Facultad de Economía – UNAM.

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