#FascinomaMX: No hay música sin una tierra que lo sostenga

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Diana Gómez


Octubre 29, 2017

Metepec, Atlixco fue uno de los sitios más dañados en el estado de Puebla tras los pasados sismos. Existen calles que quedaron complemente derruidas; la mayoría de las viviendas no podrán ser ocupadas por sus habitantes.

Este lugar fue la sede de la primera edición del Fascinoma, un evento que ofreció un fin de semana intenso, rico y realmente increíble si de música electrónica estamos hablando.

Reunió un gran cartel con propuestas internacionales, nacionales y locales; todos con el propósito de reventar cerebros mediante beats, música negra y demasiadas consolas. Hubo leyendas como Damn Funk, Larry Heard, MALA y The Gaslamp Killer, quienes en escenarios fuera de serie dieron absolutamente todo.

El festival hizo su trabajo de manera impecable: proponer y difundir música que parecía muy lejana a nuestros oídos, en un lugar poco conocido que prometía leyendas sobre ovnis y dos maravillosos volcanes.

Sin embargo ante la triste situación que atraviesa Metepec, Atlixco, el festival decidió emigrar esta edición a la CdMx, y se informó que todas las ganancias se irán para la reconstrucción de Metepec.

Esto se da tras una colaboración con Comunal: taller de arquitectura, mediante el cual se ha creado Reconstrucción Social del Hábitat en Metepec Proyecto, el cual tiene como propósito principal atender las necesidades de las zonas destruidas en cuanto a estructuras.

Una actividad plausible que construye un vínculo aún más fuerte entre Metepec-Atlixco y la preciosa propuesta musical que resulta ser el Fascinoma. Una diferencia abismal si recordamos el caso de Estamos Unidos Mexicanos, organizado por OCESA, el cual ya abordamos en esta columna.

Esto nos hace cuestionar los propósitos de los festivales de música en nuestro país; es decir OCESA se ha encargado de rellenarnos el cerebro con carteles que llenarán recintos enormes, pero poco se fija en la propuesta y los objetivos principales de este tipo de eventos.

La empresa piensa por supuesto en su bienestar financiero a nivel nacional y mundial, un panorama que necesita detenerse en este país porque definitivamente necesitamos festivales de calidad. No se sientan mal si piensan que nos subestiman porque sí, lo hacen.

La diferencia con Fascinoma, que fue ejecutado por extranjeros, es que la comunidad musical ya estaba hecha. Tenían la necesidad de encontrar un lugar para divulgar estos carteles y lo hallaron.

Así que el hecho de que el evento se sume a una ayuda para damnificados de manera tan sencilla, realmente no es sorpresa. Esto responde a que sus propósitos son el de divulgar y comprometerse con lugares. No hay música sin una tierra que lo sostenga.

Por cierto, prometieron volver en 2018 a Metepec, Atlixco, y simplemente no hay motivos para perderse este evento en nuestro estado.

@dianaegomez

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