Una economía en desánimo

  • URL copiada al portapapeles

Enrique NAVARRETE BOLAÑOS


Diciembre 17, 2017

Nos encontramos a unos cuantos días de que concluya este 2017 y en cuestiones económicas estamos como al final de un día difícil esperando que al amanecer del día siguiente al menos el estado de ánimo mejore. Veamos qué ocurrió con las principales variables económicas durante el presente año.

Dos de las variables que mayor descontrol tuvieron el presente año fueron la inflación y la tasa de interés. En cuanto al nivel general de precios, datos del INEGI indican, que estos tuvieron un incremento en enero de 2017 de 4.71 por ciento y mantuvo un alza subsecuente a lo largo del año para llegar en noviembre a 6.63 por ciento. Dado que a lo largo del año los salarios no se ajustan, esto representa una pérdida del poder adquisitivo de las familias quienes cada vez tienen que adquirir bienes y servicios a un mayor precio con el mismo salario. Los rubros en donde se dio el mayor incremento fue en la industria química (15.24 por ciento) y como consecuencia en el sector transporte (11.05 por ciento).

En lo que respecta a la tasa de interés de referencia CETES, de acuerdo a información del Banco de México, ésta se empezó a incrementar en septiembre de 2016 cuando se elevó a 4.28, en enero del presente año llegó a 5.83 y dado el ajuste realizado el pasado jueves actualmente se encuentra en 7.19. Hay que recordar que esta tasa es la mínima de referencia, la que le cobran los bancos a las empresas o consumidores siempre es varios puntos porcentuales por arriba de esta tasa. El efecto en la economía se da en dos sentidos, por el lado de la oferta y por el lado de la demanda. Por el lado de la oferta, las empresas desaceleran sus planes de crecimiento pues muchas de ellas decidirán abstenerse de adquirir créditos para invertir en expansión, como consecuencia se limita la creación empleo. Por el lado de la demanda, los consumidores tendrán que pagar mayores tasas a las tarjetas de crédito o sobre los productos que adquieren a crédito por las tiendas comerciales.

Uno de los puntos de Aquiles de la economía mexicana es la inversión fija bruta, la cual representa la inversión en activos que incrementan la productividad. A lo largo del 2017 este indicador se ha caracterizado por crecimientos negativos, el más drástico en el mes de abril que fue de -11 por ciento. La inversión fija bruta en la industria de la construcción ha tenido un comportamiento favorable en cuanto a la construcción residencial, pero desfavorable en cuanto a la construcción no residencial. Esto refleja que no se está invirtiendo en capacidad instalada para la industria en general. En cuanto a la inversión fija bruta en maquinaria y equipo en general se ha tenido un crecimiento favorable a lo largo del año. La situación que se refleja en esta variable es desfavorable ya que se ve una decadencia en el activo productivo lo cual a la larga se convertirá en una pérdida de competitividad de la economía en general.

Respecto al crecimiento económico, hay que tomar en consideración que se hizo un ajuste en el año base de 2008 a 2013. Con este ajuste el crecimiento del PIB en el 2016 fue de 3.3 por ciento, de acuerdo al INEGI. Comparando los tres primeros trimestres del 2017 con respecto a su equivalente en el 2016 se puede apreciar que las caídas fueron más severas en el 2017 y las recuperaciones fueron menores. Se necesita un crecimiento cercano al 5 por ciento en este último trimestre del 2017, lo cual es poco posible, para lograr un crecimiento anual del 2 por ciento. En términos generales el crecimiento económico estará por debajo de 2 por ciento. Los sectores que al tercer trimestre del 2017 llevaban un crecimiento anual negativo son la construcción (-1.4 por ciento), la minería (-10.7 por ciento), generación y distribución de energía y gas (-0.6 por ciento). Los sectores que han tenido crecimientos positivos son la manufactura (3.2 por ciento), el transporte (2.4 por ciento) y los servicios financieros y seguros (8.2 por ciento).

La anterior descripción se ha enfocado en los factores más desfavorables de la economía en este 2017. Sin embargo, sí hay elementos favorables que se puedan destacar, pero estos los dejaré pendientes para mi intervención en enero a fin de estar acorde con el espíritu positivo y de ánimo renovado.

Le deseo a usted amable lector una feliz navidad, que haya armonía y renovación.

*Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey en Puebla

[email protected]

Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad del autor y no reflejan el ideario del Tecnológico de Monterrey en Puebla.

  • URL copiada al portapapeles