Martes 19 de Diciembre de 2017

 

"Quien hace política, pacta con los poderes diabólicos

que acechan a todo poder."

(Max Weber)

 

 

En los últimos días se ha podido observar en el sistema político mexicano una clara tendencia de los partidos políticos para impulsar coaliciones, a fin de acceder al poder político o mantenerlo. Y es que hoy por hoy competir solo ya no resulta viable en la contienda político-electoral porque al parecer, a los partidos políticos no les alcanza con su propio capital para ganar una elección.

Está claro que para el proceso electoral en curso resulta casi imposible para los partidos políticos competir por sí mismos por la representación política de más de 3,400 cargos de elección popular a nivel local y federal. Los nueve partidos políticos nacionales que cuentan con registro vigente ante el Instituto Nacional Electoral (INE) han optado por contender en una fórmula político-electoral para hacer frente a la competencia con otras fuerzas políticas y los candidatos independientes que pudieran obtener las firmas que requieren para estar en la boleta electoral. El propósito de dichas coaliciones es lograr el triunfo electoral en la Presidencia la República y obtener la mayoría en el Congreso de la Unión principalmente, para lo cual, los partidos han resuelto repartirse el número de espacios de poder, de acuerdo al capital político de cada uno de ellos

"Por México, al Frente" es la coalición que después de varios cambios de nombres finalmente registraron los presidentes nacionales del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). En el acuerdo se establece que será el PAN el que determine el método de selección del candidato a la Presidencia de la República y bajo las reglas del PRD se definirá el de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. En ambos partidos habrá procesos internos de selección de candidaturas, al que se podrán inscribir los precandidatos interesados. En enero se definirá a los candidatos ganadores, pero es muy probable que sean Ricardo Anaya (PAN) y Alejandra Barrales (PRD), respectivamente, quienes encabecen dichas candidaturas. En cuanto a MC, está claro que necesita más que todos esta alianza, ya que no tendría posibilidades por sí mismo de triunfar en los resultados electorales del poder ejecutivo federal ni en el legislativo, ya que no es una de las tres fuerzas políticas dominantes en el país; en 2006 y en 2012 hizo coalición con el PRD y el PT por la silla presidencial, y ahora parece que también simpatiza con el PAN para sacar al PRI de los Pinos, cuando en realidad el enemigo a vencer es el candidato de MORENA, una vez que sea seleccionado por sus filas, a quien ya en alguna ocasión le levantó la mano para que fuera el abanderado presidencial: Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La coalición "Meade ciudadano por México" estará integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (PANAL). Con este último partido, la Coalición incluye ir juntos en 16 estados para el senado y 133 distritos federales. Alianza que no sorprende del todo porque en 2012 el PRI y el PVEM participaron juntos para competir por la Presidencia de la República; sin embargo, no debemos olvidar que el PVEM fue quien acompañó al PAN en el 2000 en la alternancia política, cuando por primera vez, un partido político distinto al PRI ganaba la Presidencia con Vicente Fox Quesada al frente de la llamada Alianza por el Cambio.

Los partidos del Trabajo (PT), Encuentro Social (PES) y Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) también oficializaron una coalición electoral, denominada "Juntos haremos historia", que apoyará el proyecto político de AMLO. MORENA lidera la designación de candidatos en los 150 distritos electorales, mientras que el PES y PT tendrá 75 distritos cada uno. MORENA tendrá 32 candidaturas de mayoría relativa en el Senado y sus dos aliados 16 escaños cada uno. En esta coalición puede anticiparse que quien tiene el control de las decisiones será claramente el partido de AMLO, quien en este momento se encuentra en el primer lugar de nivel de conocimiento de figuras políticas con aspiración a la Presidencia la República, gozando además de la reputación más alta, respecto a los demás aspirantes a este cargo por parte de las distintas fuerzas políticas. No es de sorprenderse que el PT apoye a AMLO, pues ya lo hizo antes, cuando militaba en el PRD, pero sí es inconcebible que se alíe con el PES por ser simplemente incompatible con sus principios y creencias fundamentales.

Para varios analistas, estas alianzas son probablemente el reflejo de un alto pragmatismo político que se explica por los modelos de "catch all party" o partido atrapa todo, carentes de ideologías o principios que se desdibujan entre sí, o del tipo de partido "bus party," que de elección en elección se suben o bajan de distintas coaliciones. Desde mi perspectiva, quizás sea el voto útil el que impere en las elecciones del 2018 por este oportunismo electoral en el aparentemente ganar la elección es lo más importante, no así poner en marcha un proyecto político nacional; espero equivocarme. Las incongruencias ideológicas, la falta de memoria histórica, la pérdida de proyecto estructural, la crisis de representación política o definitivamente la ausencia total de principios, ideologías o de identidad política es lo que podría caracterizar a este tiempo de coaliciones. Circunstancia que además limita la participación política de la ciudadanía que quisiera participar en la vida política del país, ya que estas coaliciones reducen las posibilidades y los espacios de representación.

 

Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey

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