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Diccionario Jázaro de Milorad Pavic

La variedad de relaciones que la literatura ha generado entre el autor, la obra y el lector ha dado pie a libros muy peculiares

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La variedad de relaciones que la literatura ha generado entre el autor, la obra y el lector ha dado pie a libros tan peculiares que podríamos decir que nunca antes como en nuestra época se había producido una cantidad de textos de ruptura, que por sus características la etiqueta "novela" le queda corta. Y esto ocurrió hace más de 70 años. En palabras de Roland Barthes: "el siglo XX creó no textos o antitextos".

La posmodernidad parece que se tragó todas las artes. En épocas pasadas los estudios sobre el arte priorizaban el trabajo del autor; posteriormente se centraron en el texto y en la segunda mitad del siglo XX las miradas se centraron en el lector, principalmente.

Es el lector –no sólo de textos escritos, sino de fotografías, películas, pintura, arquitectura– la persona que construye los mensajes. La visión que cada lector tenga de la obra será la más acertada y por ello habrá tantas obras como lectores posibles. Sin embargo, Milorad Pavic desafía esta propuesta –y muchas más– pues en cuanto se abre el Diccionario Jázaro nos encontramos con una cita reveladora y que nos hace asumir de inmediato un desafío: "Aquí yace el lector que nunca abrirá este libro. Aquí está, muerto para siempre." El juego de Pavic es macabro, de ida y vuelta: autor, obra y lector tienen el mismo valor, todos son importantes.

Diccionario Jázaro, novela léxico, es la historia del pueblo jázaro establecido cerca del mar caspio alrededor de los siglos VII y X. La novela está integrada por tres visiones –la judía (libro amarillo), la cristiana (libro rojo), y la islámica (libro verde)– además de dos apéndices.

La edición del libro tiene dos versiones: masculina y femenina. En una entrevista, Pavic declaró que todos los libros –incluso la Biblia– tienen género, lo que no quiere decir que esos libros sean exclusivos para los hombres o para las mujeres. Está en el lector descubrir cuál género le acomoda a su lectura. La variación del contenido entre los dos ejemplares sólo es de unas líneas. Nuevo desafío del autor: es responsabilidad del lector encontrar estas diferencias.

Calificada como una súper Rayuela, la novela de Pavic tiene diferentes entradas, es decir, el lector puede decidir cuál de los tres libros comenzar a leer. No se puede hablar de un único texto, ni de una historia lineal. Se basa en la historiografía religiosa de un pueblo y de sus personajes principales. La variedad es tal que el autor nos hace recordar a Borges por su forma de ficcionar datos.

Una de las historias que destacan en el libro es la de los Cazadores de Sueños, y aunque al principio parece una historia con lugares comunes, Pavic la desarrolla de tal forma que el lector termina por ser una pieza clave para que el protagonista cobre relevancia en el relato. La construcción de esta novela rompecabezas se irá resolviendo no solo a los ojos del lector sino con la ayuda directa del lector, pues comenzará a construir los nudos en la trama que han sido dispuestos para su solución y los irá desenredando o enredándolos más cuando escoja la forma en que habrá de ser leído el libro.

El Diccionario Jázaro no puede alejarse de las religiones, de hecho uno de los nudos medulares es el conflicto de las cosmovisiones entre éstas. La aparición de Adán, el primer hombre y sus diferentes versiones, nos lleva a buscar el inconsciente colectivo de la humanidad. No es raro que el Diccionario rescate el ritmo, la forma y el estilo de los libros sagrados, en donde nos encontraremos con parábolas, versículos y personajes claves, –incluso frutos mágicos– como parte de una creación esencial que todo novelista debe tener al escribir una obra: construir una novela como otro planeta, con sus propias leyes físicas, químicas, matemáticas, éticas, filosóficas así como su propia flora y fauna. Todo, esencialmente dispuesto, como un diccionario tradicional.

Adán Ruhani es retratado (en el libro verde) como los sueños de la humanidad, aquel que se construye con la materia prima de esa realidad alterna que nos da el dormir "si se reuniesen todos los sueños humanos se obtendría un hombre gigantesco, un ser humano del tamaño de un continente. Y ése no sería un hombre cualquiera, sino Adán Ruhani, el Adán celestial, antecesor angelical del hombre del cual hablan los imanes".

Y aquí viene uno de los conflictos ya que contrasta con lo declarado sobre Adán Cadmón (en el libro amarillo): "los jázaros veían en los sueños humanos las letras del alfabeto y recorrían estos sueños en busca del primer hombre, el preeterno, Adán Cadmón, que era tanto hombre como mujer".

Aventurarse a leer/construir este libro no es fácil, ya que puede ser una historia de aventuras, un libro de Historia, o bien un libro de amores. O bien, todas las anteriores. Sin duda, esta columna se queda corta para describir la grandeza de lo que este humilde guajolote considera la mejor novela del siglo XX.

Diccionario Jázaro. Novela léxico de MiloradPavic, Editorial Anagrama, España 1989.

 

@metaoscar*

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