2018

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Los humanos nos aferramos a los ciclos anuales, como sinónimo de cambio, cuando en realidad, los cambios se gestan mucho antes de que ocurran y no tienen que ver precisamente con las fechas. Lo que se asume son las consecuencias de esos cambios. Pero en fin, este año 2018 traerá consecuencias en muchos ámbitos, en materia económica la que más afectará a México es sin duda la caída o descenso de Estados Unidos como potencia mundial, que viene dándose ya desde hace varios años.

La política social de Obama tiene ahora importantes repercusiones para la nueva gestión presidencial, que aunada a una nula perspectiva endógena, promete afectaciones serias y repercusiones para nuestro país. Por otro lado, en la gestión pública llena la agenda nacional las elecciones.

Un año perdido por las elecciones, un año de un excesivo gasto público por las elecciones, un año de enfrentamientos y casi parálisis de gestión pública, por las elecciones, un año de simulaciones y ficciones como las precampañas, inundadas de promesas que se traducen como la expresión más simple del populismo occidental y que aprovecha la ocasión para confrontar a los votantes en contra de un populismo que llaman izquierdista, aunque de ello no tenga nada, son populistas las dos facciones, entiéndase aquí por populismo la observación de las necesidades más apremiantes del pueblo para convertirlas en promesa de campaña, o que dice defender los intereses y necesidades del pueblo, aunque no tengan ni una remota idea o intención de cumplirlas, el discurso demagógico se impone nuevamente igual que hace seis, doce, dieciocho, veinticuatro o treinta años.

Ahora quienes son populistas occidentales aprovechan como estrategia política a Venezuela como el gran ejemplo de lo que los votantes "no pueden permitir", sin análisis, conocimiento concreto ni comunicación de lo que pasa en realidad en Venezuela.

Tenemos un año inundado hasta la náusea de mentiras descaradas, obscenas, insultantes. Mientras vemos ante nuestros ojos el deterioro que se sufre en el plano microeconómico, en la depreciación del poder adquisitivo, en las tasas de interés altas, una vez más…sufriremos las consecuencias de una mala política pública de más de treinta años, pero ahora con control policiaco/militar para ahogar y apagar cualquier ánimo, que se tilde de chavista o izquierdista que perturbe el pretendidamente perfecto sistema electoral.

 

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*Catedrática del Tecnológico de Monterrey en Puebla. Las opiniones vertidas en este escrito son exclusivas del autor, no representan posición del ITESM

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