Retos de los principales procesos electorales en el mundo y en América Latina durante 2018

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Tomás Milton MUÑOZ


Enero 07, 2018

El 2018 será un año en materia de procesos electorales de gran relevancia en el mundo y particularmente para América Latina, región en la que se realizarán seis elecciones presidenciales y en la que está en disputa la consolidación de los movimientos de centro derecha frente a una serie de propuestas de carácter más estatistas, encabezados por políticos vinculados a una izquierda que ha perdido terreno en los últimos años en la zona latinoamericana.

Entre las principales elecciones que se realizarán en el mundo se encuentran la de Rusia, programada para el 18 de marzo, y en la que el actual presidente Vladimir Putin parte con gran ventaja para reelegirse de nueva cuenta al frente del Kremlin y así continuar como un elemento clave en las relaciones internacionales en materia comercial, política y armamentista.

Por su parte, Estados Unidos vivirá las llamadas elecciones de medio término el 6 de noviembre próximo para renovar el total de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. El proceso se convertirá en un termómetro que medirá la popularidad del actual presidente estadounidense Donald Trump y cuyo resultado permitirá al empresario continuar, en caso de ser favorecido el Partido Republicano, con su agenda antiglobalizadora, nacionalista, conservadora y antiinmigrante, pero en caso de que el Partido Demócrata tome el control de las dos cámaras, el proyecto del actual residente de la Casa Blanca sería herido de gravedad y sus aspiraciones para un segundo mandato se nublarían.

En América Latina, México y Brasil, dos de los países más influyentes de la región en los ámbitos político y económico determinarán si hay un viraje hacia la izquierda o si continúan por la senda del neoliberalismo.

En el caso de México, que también afronta en 2018 la conclusión de la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, tiene una cita para elegir Presidente de la República e integrantes del Congreso el 1 de julio, aunque los posicionamientos ideológicos y las coaliciones que se están configurando en esta ocasión resultan sui géneris.

En la actualidad las encuestas colocan al precandidato del izquierdista partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, como el rival a vencer; sin embargo su alianza con un partido de derecha (Encuentro Social) y su plataforma conservadora y estatista, genera incertidumbre sobre cómo podría gobernar el país en caso de ganar; por su parte el precandidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, representa la continuidad de un régimen que apoya el neoliberalismo y el estatus quo. Finalmente, el conservador Partido Acción Nacional y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática han decidido impulsar un candidato común, a pesar de que los orígenes y plataformas históricas de las dos instituciones suelen ser opuestas.

Brasil, por su parte, tendrá un ríspido proceso el 7 de octubre para elegir a su nuevo presidente en dos vueltas, en caso de ser necesario, especialmente porque el principal precandidato izquierdista, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, enfrenta un proceso por corrupción que podría impedirle estar en las boletas. Además, la elección resulta complicada por el encrespamiento político y social generado luego de que la mandataria Dilma Rousseff fuera destituida del cargo definitivamente en agosto de 2016, lo que fue considerado un "golpe blando de Estado", encabezado por su otrora vicepresidente y actual mandatario brasileño, Michel Temer, quien ha optado por una agenda pro neoliberal y de centro derecha.

Otro de los procesos en la región de gran relevancia será el que se lleve a cabo en Cuba, ya que existe la posibilidad de que Raúl Castro, quien tomó las riendas del país caribeño desde 2006, deje el cargo de presidente. Se espera que en abril se dé información precisa sobre la fecha de la elección, ya que el paso del huracán Irma en septiembre de 2017 atrasó los preparativos.

La isla caribeña no tendrá un cambio ideológico y prevalecerá el sistema y el Partico Comunista, la única incógnita radica en saber quién podría ser el sucesor de la dinastía Castro, que desde 1959 ha dirigido el destino de Cuba. Hasta el momento el vicepresidente Miguel Díaz-Canel, un político que se ha mostrado duro contra grupos opositores y medios de prensa independientes, se perfila como el favorito.

La República de Colombia, a su vez, celebrará comicios presidenciales el 27 de mayo con una serie de ingredientes que hacen complicado el proceso, entre ellos el enfrentamiento que mantienen el actual presidente Juan Manuel Santos y el exmandatario Álvaro Uribe Vélez por el proceso de paz que culminó con la firma de acuerdos con la principal guerrilla del país en 2016, así como por la participación en los comicios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que impulsarán como candidato al excombatiente Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko.

En Venezuela, Nicolás Maduro tratará de conseguir la reelección en diciembre en un escenario de confrontación, con un país sumido en recesión económica, pero con una oposición dividida. Los dos últimos países que elegirán en la región a sus jefes de Estado y de gobierno son Costa Rica, el 4 de febrero y con grandes posibilidades del regreso de la centro derecha, y Paraguay, el 22 de abril y en donde el conservador Partido Colorado intentará retener el poder.

Además de la relevancia que tendrán los resultados de las elecciones para las poblaciones en cada uno de los países que sostendrán comicios, en el ámbito internacional también serán fundamentales al momento de realizar alianzas bilaterales y multilaterales y en la viabilidad o dirección que tomen los procesos de integración que se viven en la región latinoamericana.

 

* Doctor en Ciencias Políticas y Sociales. Profesor e investigador de tiempo completo adscrito al Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y profesor de cátedra en el ITESM Puebla.

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