Es hora de repensar las juntas auxiliares

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Miguel Barbosa Huerta


Enero 26, 2018

En México, la federación ha avasallado a los estados, el Estado al municipio y los municipios a los pueblos. El gobierno de Puebla parece haber olvidado que la grandeza de nuestro estado se refleja no en los espectaculares pagados por Moreno Valle o por la continuación de una dinastía política, sino que la grandeza de Puebla está en su gente y en nuestros pueblos. La historia de México y de Puebla se ha construido desde sus pueblos y desde su gente. Para tener un mejor estado y una mejor sociedad necesitamos devolver la dignidad a nuestros pueblos.

Devolverles la dignidad comienza porque estas comunidades gocen de una representación verdadera. Una de las máximas de la democracia moderna es que todo ciudadano tiene derecho a ser representado de manera efectiva en las instituciones de gobierno. Este principio fundamental de cualquier democracia no es un mero capricho: tener un representante en el gobierno significa contar con alguien que llevará las necesidades e intereses de las personas que viven en una comunidad al gobierno. Devolver la dignidad es que esas personas que sirven de representantes puedan ser castigadas mediante el voto cuando fallan a los intereses de sus representados.

Cuando se carece de una institución que dé voz a las necesidades de las personas no puede existir una ciudadanía plena. Por esta razón, es necesario revisar el papel que han desempeñado las juntas auxiliares en Puebla. La transformación de poblados y antiguos municipios en juntas auxiliares tenía sentido bajo esta dinámica demográfica del siglo pasado. No obstante, hoy, muchos de esos poblados han crecido y han dejado de ser simples rancherías.

La población rural tiene necesidades y demandas distintas a las de las comunidades más urbanizadas. Los habitantes de estas comunidades no tendrían por qué estar subordinadas a los intereses de la ciudad. Comunidades, cuya población ha crecido, merecerían tener una representación verdadera. El gobierno actual y de Moreno Valle se negaron a hacer una revisión profunda del papel que desempeñan las juntas porque éstas han sido útiles a sus intereses políticos y económicos. A ellos les interesa una ciudadanía enmudecida y pueblos que no tienen los medios para alzar la voz.

Las instituciones poblanas deben adaptarse a los nuevos tiempos que vivimos. Para evolucionar debemos repensar nuestras instituciones locales. Mientras no mejoremos nuestros municipios y sus gobiernos locales no tendremos mayor seguridad o menor corrupción. Puebla necesita una nueva propuesta de gobierno que tome en cuenta la transformación de nuestra sociedad. Es imperativo hacer una revisión a fondo de los cambios que han sufrido nuestras comunidades y devolverles a aquellas que han crecido su capacidad de representarse mediante municipios.

Ya no estamos en las épocas priistas en donde se hacia la voluntad del presidente y del gobernador. La clase política debe entender que la sociedad poblana ha cambiado no sólo en consciencia, sino también en su demografía. Para empoderar a los poblanos, es necesario garantizar que todos cuenten con una representación efectiva. Es momento de devolver la dignidad a nuestros pueblos.

@MBarbosaMX

*Senador de la República

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