Puebla, cuidar el agua y sus recursos naturales

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Miguel Barbosa Huerta


Febrero 16, 2018

Tristemente, Puebla ocupa el cuarto lugar en el país en deforestación. Nuestro estado carece por completo de una política de responsabilidad ambiental que vaya de la mano con el crecimiento poblacional y que sea armonioso con el medio ambiente. Los últimos gobiernos han entregado de manera indiscriminada permisos de construcción, sin ningún respeto a la biodiversidad y sin contar con la infraestructura suficiente para soportar dichas edificaciones.

Más del 80 por ciento de los ríos y arroyos del estado se encuentran contaminados y la brutal tala de árboles nos está dejando sin bosques. La falta de acceso al agua potable se ha convertido en una problemática social. Por la vía de los hechos, desde el gobierno estatal han privatizado el agua potable, pasándose por alto que es un derecho humano fundamental. El agua es de todos los poblanos, a ningún particular se le debe permitir lucrar con ésta.

No debe permitirse que los derechos fundamentales se conviertan en una mercancía. El agua es un bien público y estas privatizaciones deben de ser revertidas. Una de las tareas urgentes debe ser mejorar la gestión y el aprovechamiento del agua, para enfrentar la creciente competencia por su uso múltiple, en particular debido al incremento de la demanda de agua en las grandes concentraciones urbanas del estado, así como en la agricultura de riego y para la generación hidroeléctrica, lo que se ha agravado por los problemas crecientes de contaminación del agua y el efecto del cambio climático.

Una administración eficiente y sin corrupción podría garantizar el acceso al agua potable limpia en cantidad y calidad suficiente para todos los poblanos, como un derecho humano fundamental, indispensable para vivir dignamente, fundamental para la vida y la salud; asegurar la disponibilidad de este recurso como un componente esencial del desarrollo socioeconómico y la reducción de la pobreza en Puebla y establecer una política de inversión pública para mejorar y aumentar el suministro de agua potable a todos los rincones del estado.

Urge que Puebla cuente con una fiscalía ambiental, para que toda persona o empresa que cometan delitos de carácter ambientales sean sancionadas. También tendría que existir un monitoreo ambiental permanente y un programa probosque. En Puebla no deben permitirse proyectos ecocidas. Los planes de desarrollo urbano y de reordenamiento territorial tendrán que ser acorde con el medio ambiente, y las comunidades involucradas deben ser consultadas. Es urgente realizar un inventario de reservas hídricas, de bosques, de flora y fauna. Nuestros ríos deben ser saneados y nunca más permitir que las empresas los utilicen como sus lugares de desecho.

Los pueblos indígenas de nuestro estado juegan un papel estratégico y, por supuesto, tendrían que ser consultados para que participaran efectivamente en cada decisión de carácter ambiental. No debemos olvidar que somos parte de un ecosistema y tenemos vida gracias a todo lo que la naturaleza nos da. Debemos asumir una perspectiva ecológica y sustentable, no en las palabras, sino en acciones concretas.

 

 @MBarbosaMX

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