Boarding House Reach, el disco bueno o malo  de Jack White

Tenía como pendiente escribir en Rastreando Sonoridades sobre Jack White y Boarding house reach

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

Tenía como pendiente escribir en Rastreando Sonoridades sobre Jack White y Boarding house reach, su tercer álbum de estudio como solista, que ha dividido las críticas, caso contrario al efecto que se creó tras su disco Lazaretto de 2014. Aclamado por la mayoría.

En esta ocasión yo me acomodo sin miedo en el grupo que sí gozó su última producción y en esta publicación les explico porqué. El álbum salió como una enorme sorpresa tras haberse tomado una pausa en su carrera. Una muy merecida por cierto.

Jack White es un tema relevante en Puebla. Para los que no saben, el intervalo de su carrera se dio tras una noticia desafortunada que se generó en esta ciudad, y es que tras dar un concierto en 2014 en la capital poblana, su tecladista falleció, lo que generó que White parara todo en su camino musical.

Tras esto, pocas cosas sabíamos de él. Honestamente yo no me había logrado enganchar con lo que hizo en el Lazaretto, tal vez mi admiración por lo que creó con White Stripes era más grande que su carta de presentación como solista.

Pero con Boardinghousereach lo entendí a la perfección porque creo que se inclinó por producir y crear piezas muchísimo más limpias, en las que también podemos escuchar transformaciones sonoras y experimentaciones, una constante del músico y que ya se ha convertido en su sello.

Su último escalón musical tiene de todo, y si separamos las canciones notaremos que no todas están conectadas y que no existe un sonido igual ni siguen un hilo conductor. Eso hace que su trabajo sea bueno y respetable. Y probablemente por esta situación sea que las críticas en esa ocasión se dividieron entre odiar o amar al disco.

Dentro de las bondades que encontré fueron los tracks sumamente vendibles y que ya son himnos como "Connectedbylove" y "Over and over and over", las dos son parte de la carta de presentación de White, y también son las más cercanas y fieles a sus creencias musicales.

Lo distinto entre ellas en comparación a lo que hizo con sus dos trabajos anteriores, es que hay muchísimo más jazz, un soul que no había querido compartir y también un poco de heavy metal, sin dejar de lado las maravillosas guitarras.

En cuanto a las experimentaciones sonoras, destaca "Everything You´ve Ever Learned", una pieza que bien pudo haber entrado en los 70 en algún disco de Pink Floyd, si es que hablados de cosas muy ostentosas y apolíticas.

White no le tuvo nada de miedo a la experimentación en el Boardinghousereach, aunque por ahí hay un par de piezas en las que calma todos sus juguetes electrónicos y sólo toma su guitarra para hablar de él mismo.

Por cierto, algunas de estas canciones las había grabado para White Stripes, y las incluyó en este álbum, también existen tracks que grabó en baja fidelidad, y eso le da un toque distinto y especial al álbum.

Me parece que este es un trabajo que amas por sus riesgos u odias por tantas cosas distintas que puedes encontrar en él. Como sea, me parece que es interesantísimo todo lo que hace este músico, ya sea en su productora, compartiendo su amor por los vinilos o creando nuevos sonidos. Auguro que seguiremos hablando de él por mucho más tiempo.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.