Horizontes

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Tere MORA GUILLÉN


Junio 18, 2018

"Vamos México"… Ésta leyenda queda tatuada en el corazón de los mexicanos, luego de que la selección mexicana obtuviera la victoria contra Alemania en el debut del Mundial de Rusia. Pocas veces como ahora hemos portado con profundo orgullo la verde, es decir la camiseta emblemática de nuestra selección que de manera sumamente digna nos representa en la justa futbolera.

Y es que ésta victoria nos sabe a gloria porque los mexicanos han mostrado que se puede rebasar el ya merito, porque la selección germana no era un rival fácil, y las encuestas se inclinaban a la derrota del equipo tricolor. Sin embargo nuestra escuadra, ha mostrado tener ganas y la suficiente garra para superar los octavos de final, en los próximos partidos seguramente la mejor selección que hemos tenido seguirá dándonos satisfacciones y momentos de alegría, ahora que como nunca nos vienen bien.

Y es que con la elección presidencial en puerta, ya fastidian los sondeos que benefician al partido que las paga, la angustia de quién resultará el ganador de la contienda, los rumores, los dimes y diretes que tanto daño han provocado, más ahora que las noticias verdaderas y falsas vuelan a través de las redes sociales. La distracción del Mundial de Rusia y la primera victoria de México nos vienen como anillo al dedo.

Hoy es menester celebrar la victoria de México, reconocer el esfuerzo, compromiso y disciplina de los jugadores, así como la labor desempeñada por el director del equipo Juan Carlos Osorio, el colombiano ha sido severamente criticado e incluso odiado, sin embargo su trabajo ha dejado huella, dirigió clubes como Millonarios, Chicago Fire, New York Red Bulls, Once Caldas, Puebla, Atlético Nacional y Säo Paulo. Osorio es técnico del Tri desde el 14 de octubre del 2015, y desde entonces su carrera ha sido por demás fructífera, prueba de ello es que ha dirigido a México en 47 partidos, con un saldo de 32 victorias.

Por otra parte Memo Ochoa, demostró que domina la portería y no corre, vuela a la hora de pescar el balón al aire; tiene técnica y una experiencia que le hacen un extraordinario portero de nivel mundial. En cuanto al autor del golazo al equipo alemán Hirving Lozano, Chucky; arriba a la Copa del Mundo como el mejor jugador mexicano que milita en el extranjero, con la etiqueta de campeón de la Eredivisie de Holanda, al coronarse con el Philips Sport Vereniging (PSV) Club polideportivo de los Países Bajos. Chucky es ya el héroe del Tri en el campeonato mundial de Rusia.

Otro jugador importante para nuestra selección es Javier Hernández Chicharito, las virtudes que demostró en el Manchester United, lo llevaron a ser reconocido por la afición del equipo e incluso por rivales. El jugador mexicano no pasó desapercibido en su etapa con los Red Devils, por eso, a ocho años de distancia, la Liga Premier recuerda el día que Chicharito se enroló de forma oficial con el conjunto inglés. Y es él quien tiene una inteligencia descomunal para desmarcarse, para moverse sin la pelota y dejar fuera de la jugada al defensa rival en un solo movimiento, y de ello no presume porque es un joven humilde, entrena horas extras para mejorar, para conducir mejor el balón, para tocar mejor de primera y marcar goles de cualquier tipo.

Y ni qué decir de Rafael Márquez, quien de manera consecutiva asiste a su quinto mundial, uno de los más grandes íconos mexicanos del futbol, referente de un equipo de época, capitán y líder de la Selección Mexicana. En 1999 luego de su gran nivel mostrado en el Club Atlas y ser considerado el mejor defensa del futbol mexicano, a sus 20 años fichó por el Mónaco de Francia e inició una gran carrera en el viejo continente.

Resulta imposible, exaltar las virtudes de cada uno de los integrantes del Tri, todos ellos en conjunto nos hicieron festejar por partida doble éste Día del Padre, por cierto aprovecho ésta tribuna para felicitar a mi hermano Fernando Antonio Mora Guillén, y a quienes de manera cotidiana ejercen éste título con compromiso, responsabilidad, y como ejemplo hacia sus retoños. Y un beso hasta el cielo a quienes me legaron éste fascinante oficio de periodista, mi abuelo Fernando Mora Gómez, mi inolvidable papá Antonio Mora Hurtado, así como a mis tíos Fernando y Gustavo Mora Hurtado.

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