Martes 19 de Junio de 2018 |
"El comportamiento humano deriva de tres fuentes principales: el deseo, la emoción y el conocimiento" Platón Estando en la etapa final de las campañas políticas del 2018, a menos de diez días en que todo acabe, me gustaría compartir con los lectores algunos apuntes sobre mis perspectivas al respecto: •En primer lugar, me parece que no podemos omitir el contexto mundialero en el que ya nos encontramos; mismo que afectará la última etapa del proceso electoral porque México es un país con una marcada tradición futbolera y la atención, la emoción y el deseo de que el equipo tricolor siga avanzando en Rusia va a pasar a segundo lugar de preferencias en las noticias a cualquier acontecimiento relacionado con las elecciones. En estos días, resulta más fácil encontrar políticos que hablen de los partidos (de fútbol), que jugadores comentando sobre las campañas o los partidos (políticos) que compiten por el poder. •En segundo lugar, en torno de la carrera presidencial, considero que, a pesar de los esfuerzos del INE por mejorar el formato de los debates presidenciales, el último de ellos celebrado en Mérida, rompió con la dinámica del primero, perdiendo abrumadoramente la atención de la audiencia ya desde el segundoque fue muy criticado, teniendo como resultado en el tercero, una marcada falta de interés al no ser tampoco del agrado de muchos.No hubo suficiente tiempo para plantear argumentos consistentes en múltiples ocasiones, con lo cual, es posible imaginar que esa fue una de las razones por las que millones de personas dejaron de ver el debate; aunque sí debe destacarse que se desarrolló una dinámica en redes sociales que incorporó la participación de la ciudadanía, lo cual fue quizás el principal diferenciador respecto a los debates en la Ciudad de México y en Tijuana, por la forma de interactuar con los candidatos.En el caso del debate de Mérida, me parece que los temas que se abordaron, por sí mismos, ameritaban cada uno un debate propio porque era imposible plantear propuestas concretas sin por lo menos hacer un intento de ofrecer un diagnóstico claro sobre ellos. Sin embargo, hubo problemas públicos más desarrollados que otros, como la falta de crecimiento económico, la desigualdad, la pobreza o la atención a la salud, a diferencia del aspecto medio ambiental, que prácticamente no se tocó al estar en el último lugar de los asuntos a tratar; en su lugar, los candidatos aprovecharon ese tiempo para atacar y contraatacar con casos de corrupción a sus adversarios porque era la última ocasión que se verían cara a cara frente a la ciudadanía. No obstante, fue muy notoria la ausencia de un plan de desarrollo sustentable de parte de los 4 candidatos, quedando muchas dudas sobre la forma en que los planes de gobierno propuestos garantizarán que no se va a deteriorar el medo ambiente conel fin de generar mejores condiciones de vida para la sociedad. Este no es un tema menor y desafortunadamente no pudimos conocer qué harían para enfrentar el cambio climático, cómo implementarían políticas públicas resilientes, o bien, cuáles serían las principales medidas que impulsarían ante los desastres naturales que en nuestro país es muy probable que ocurran. Nada se dijo, más allá de plantar árboles, defender las áreas protegidas o desincentivar el uso del vehículo; lamentable que este tema se haya quedado vacío de propuestas, porque insisto, no es prescindible la protección del medio ambiente en una agenda de políticas públicas. No se mencionó para nada la posibilidad de acercarse a las universidades, a los centros de investigación o thinktanks para fortalecer las capacidades del Estado mexicano en esta materia; tomando en cuenta que ninguno de los candidatos tiene experiencia en este tema. Lea el artículo completo en http://www.elpopular.mx/ *Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey @floresm_mx |